El actual gobierno está totalmente ilusionado con la ejecución unilateral del modelo extractivista de tipo colonial y neoliberal a fin de lograr recursos económicos para el Estado. Esta práctica no está permitiendo planificar metodológicamente la capacidad de otros sectores productivos que permitirían a Bolivia responder a los desafíos de la globalización y la competitividad, como lo están haciendo otros países. No es que se quiera negar el valor de la explotación de hidrocarburos y minerales, pero hay otros valiosos sectores a los cuales se los tiene ignorados o debilitados.
La economía mundial ya a partir del año 2000 se caracteriza por presentar tendencias que apuntan a una mayor expansión de la producción en términos de calidad y comercio entre naciones y regionalización de los mercados. A esta tendencia de la economía contemporánea se ha venido en llamar el fenómeno de la “globalización de la economía”. Esta situación es consecuencia de las intensas transformaciones tecnológicas, de los mecanismos de mercados en el comercio mundial y la mayor apertura de capitales del sistema financiero internacional. En cuanto al comercio exterior, la creciente interacción de las economías nacionales a la mundial ubica a la “COMPETITIVIDAD” como factor central que determina el lugar que puede ocupar un país en ese escenario tan diversificado y de cambiante dinámica.
La estructura actual del comercio mundial favorece el intercambio de manufacturas competitivas a diferencia de la clásica compra-venta de productos primarios. La competitividad y la especialización en el comercio internacional tienden a poner énfasis en el mejoramiento de la calidad de los procesos productivos hacia los mercados ampliados, lo que a su vez hace que la demanda sea cada vez más creciente de la producción nacional, dando como resultado el fortalecimiento de su economía, por lo que es fácil deducir el beneficio que Bolivia podría alcanzar bajo este sistema.
Las actividades anteriormente señaladas están creando marcada división entre las naciones, ya no tanto por lo que tienen como dotación de recursos naturales en estado potencial sino por la calidad del contenido que ha hecho posible su proceso de transformación con valor agregado bajo el patrón del trabajo especializado y los conocimientos necesarios para alcanzar rendimiento de productividad y pronta comercialización.
Con esto estamos queriendo decir concretamente que la sola producción de materias primas y recursos no renovables definitivamente se ha hecho tan relativa para el posesionamiento de los países que ya nadie está deseando construir estrategias nacionales prescindiendo del mundo exterior, de sus tendencias tecnológicas financieras y hasta de las características de los transportes y modalidad de sus mercados.
Por otra parte, los ciclos de la productividad internacional gradualmente pretenden girar sobre la constitución de bloques regionales para alcanzar gravitación en sus mercados.
Después de todo lo anotado, es fácil deducir que Bolivia está muy distante de responder a estos desafíos de la globalización, no porque la sociedad civil se resista a ello, sino porque nuestros gobiernos pasados y el actual hasta ahora parece que no han estudiado sus dimensiones transformadoras, empeñados como han estado y están en disponer de los beneficios que da el Poder gubernamental para alcanzar beneficios personales y de grupo.
Al tratar este problema con olímpica indiferencia, al no darle prioritario lugar en los asuntos del Estado, se está prolongando una situación de crisis que afecta su prestigio internacional y mantiene su clásica ubicación mendicante.
Tomar conciencia sobre los efectos de la globalización y la competitividad, que actualmente están golpeando a todas las naciones del mundo, debería ser asunto de alta responsabilidad de gobierno porque, de lo contrario, estaremos cada vez más distantes de revertir nuestro atraso, ubicando a Bolivia como país minusválido en los límites de la integración continental y el comercio internacional.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |