Puerto Rico, que es territorio estadounidense, sufre una grave crisis humanitaria producto del desabastecimiento de alimentos, agua, luz, dinero y gasolina. Este panorama ha generado un ambiente de desesperación por salir de la isla tras el paso del huracán María.
Los habitantes forman largas filas en estaciones de gasolina, supermercados y, ahora, bancos. Esta situación ha sido la tónica de los últimos días por el desabastecimiento que impera en la isla, que a duras penas van, con lentitud, recuperando la ansiada normalidad que todos anhelan.