¿El mundo en manos de dos líderes desquiciados?

En estos últimos días está causando mucha alarma y preocupación la crisis política que confronta a dos potencias mundiales: Estados Unidos de América y Corea del Norte, poniendo en vilo a la población mundial.

Donald Trump, de más de 70 años, es el actual Presidente de Estados Unidos de América y ejerce desde el año 2016. Este país es el más desarrollado del mundo, con más de 300 millones de habitantes. Trump, magnate multimillonario y empresario próspero, hijo de migrantes europeos, extrañamente es enemigo declarado de los inmigrantes de su país, a quienes amenaza con expulsarlos y, además, dice que no permitirá más ingresos de inmigrantes a su país; para ello, incluso, decidió construir un muro entre México y EEUU.

Y, por el otro lado, el joven Kim Jong-Un, de 33 años, es heredero del poder de su padre Kim Jong-Il, que falleciera en 2010. Es actual Jefe de Estado de la República Democrática de Corea del Norte, país socialista, y es el presidente más joven del mundo. Se dice de él que tiene una personalidad muy peculiar, que toma decisiones atrabiliarias contra quienes no satisfacen sus expectativas.

Estos dos personajes hoy se hallan enfrentados, con amenazas de enfrentamiento militar, que podría ocurrir en cualquier momento, con el uso de armas nucleares capaces de destruir el planeta tierra.

Ambos personajes tienen personalidades y comportamientos similares; son excéntricos y atrabiliarios, probablemente sufren de desquiciamiento o megalomanía, lo que les llevaría a cumplir con sus amenazas, utilizando las bombas nucleares que cada quien posee en sus arsenales.

Estos personajes peligrosamente cada día están más cerca de una confrontación bélica que podría tener un desenlace fatal para la humanidad. Llegado el momento, alguno de ellos podría atreverse a “apretar el botón rojo”, que tanto ha venido preocupando al mundo, hasta nuestros días. Si ocurriese ese evento, sería fatal para los habitantes del planeta, además de ocasionar desastres ecológicos irreversibles para el medio ambiente.

La Segunda Guerra mundial terminó en 1945 con el lanzamiento de bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki de Japón -ordenado por el entonces presidente estadounidense Harry Truman-, las cuales causaron desolación y muerte en el país asiático. Hoy las bombas nucleares, con la nueva tecnología, tienen mayor alcance y capacidad destructiva, y serían fatales las consecuencias para la humanidad, con la muerte de millones de personas en ambos países, y la destrucción de ciudades y poblaciones enteras, además dañando, irreversiblemente, el medio ambiente con la contaminación por el efecto de la radiación de las explosiones de las bombas nucleares.

Recientemente en la ONU se ha tratado el caso, reunión en la cual el presidente Donald Trump propuso la ¡destrucción total de Corea del Norte! De llevarse a efecto esa propuesta, podría ser el detonante que ocasione el estallido de la “Tercera Guerra Mundial”. Ojalá que, en esa instancia, prime la cordura y buen entendimiento, para el bien de la humanidad.