Retornaron para echar agua bendita al rostro del hijo que enterraron

Arturo N. M. y Alicia M. L., padres del menor de cuatro años que fue asfixiado, fueron enviados a la cárcel con detención, sindicados de cometer el delito de infanticidio contra su hijo menor y enterrarlo en la zona denominada Chuchu, aledaño al municipio de Sorata.

La determinación fue asumida el fin de semana por la juez tercero Anticorrupción y Lucha Contra la Violencia, Claudia Castro.

Por el peligro que representan, la juez determinó que el sujeto sea enviado al penal de máxima seguridad de Chonchocoro y la mujer al Centro de Orientación Femenina de Obrajes, donde permanecerán mientras continúan las investigaciones.

El fiscal coordinador de provincias, Josué Pinto, explicó que el caso se conoció por una llamada telefónica anónima hecha el 28 septiembre al sargento Franklin Alcón que luego inicia la investigación entrevistando a la madre que en primera instancia afirma que Arturo N. M. había hecho desaparecer a su hijo hace varios días.

En efecto, según los informes periciales y la declaración de los dos imputados, el niño fue asesinado el 17 de septiembre cerca de las 13.30 “en el lugar denominado Chuchu a hora y media de viaje del municipio de Sorata de la provincia Larecaja. Alicia M. L. procede a taparle con su mandil intentando asfixiarle, en ese momento, al ver que el niño se movía y ponía resistencia, su padre Arturo N. M. le empieza a estrangular con sus manos hasta que quede inconsciente para luego meter en un yute de color azul y posteriormente proceden a enterrar al niño en un rincón, utilizando una picota”, señala parte de la imputación a la cual tuvo acceso EL DIARIO.

Pero el escabroso hecho continúa, pues la Fiscalía, en un riguroso trabajo de investigación, estableció que los padres retornaron al lugar y proceden a descubrir el rostro del niño y realizan una ceremonia.

“Proceden a quitar la tierra para ver el rostro y le echan agua bendita y colocan sal y un vaso, y nuevamente vuelven a tapar con tierra”, señala la imputación.

El fiscal Pinto detalló que los padres, en las declaraciones informativas ingresaron, en una serie de contradicciones luego de que en una primera instancia habían asegurado de que el niño presentaba una enfermedad con varios desmayos y no podían cubrir los gasto médicos para el tratamiento.

Pinto descalificó el argumento de los padres y aseveró que eso no justificaba el grave delito y dio ejemplo de varios padres que inclusos recurren a los medios de comunicación para recaudar dinero para que sus niños sean atendidos.

Pese a esas declaraciones, el caso continúa en investigación pues se presume que existen más implicados y los móviles del infanticidio de Israel tienen otra explicación.