El rey de España, Felipe VI, pidió ayer que el Estado defienda el orden constitucional de “la deslealtad” de los independentistas catalanes, en una jornada de protestas multitudinarias en Barcelona contra la respuesta policial al referendo prohibido del domingo.
Entretanto, el presidente del Gobierno regional de Cataluña, en el nordeste de España, Carles Puigdemont, aseguró que declarará la independencia “en cuestión de días”.
Las autoridades españolas, sin embargo, insisten en que harán todo lo que esté en sus manos, junto con la justicia, para impedir la independencia de Cataluña.