Isomorfos y corifeos

En Bolivia, se pensó, ahora todo cambiará; llegó “él” (indígena) como una “salvación” ante el neoliberalismo, ¡se confió! Pero el “indígena” dese sus inicios (2006) tendió al “engaño” colonial y paternal, se rodeó de isomorfos y corifeos, probablemente porque todo gobierno cree que “toma el poder para implementar sus ideas a guisa de “modelo”. Los bolivianos, cuándo no, coloniales y paternales, le dieron otra oportunidad, no cambió mucho, excepto la sanción de un “rosario” de leyes que nunca o poco se cumplen. Privilegió a “interculturales” (aymaras y quechuas) cocaleros, su bastión electoral, dice. Devaluó el sacrificio y muerte de abigarrados sectores (Rene Zavaleta) urbanos, indígenas, estudiantes y trabajadores, por citar algunos, mientras él estuvo en Libia. Así, ahora, él pretende una elección indefinida.

A 12 años, en su etapa final, “desprestigia” al país, escamoteando el No del 21F, denigra “vergonzosamente” la Constitución Política del Estado con una “Acción de inconstitucionalidad abstracta”, buscando que el Tribunal Constitucional Plurinacional, de salida -y afín al poder-, declare la “inaplicabilidad” de cuatro artículos de la Carta Magna que impiden su reelección. Esta grosería ofende y maltrata al soberano (indígenas incluidos), pues en los casi 12 años hizo mucho para la burguesía y poco o casi nada para los trabajadores. Y es que el MAS se ha llenado de isomorfos que subjetivamente endilgan -a propios y extraños- identidades socio/culturales irrumpiendo, por ello, los neos y para indígenas, así como los corifeos (derecha izquierdeada); induciendo al ciudadano(a) a ser protagonistas de una tragedia, reclamando, con “lealtades” ficticias como seguidores de una secta o partido. Por ejemplo, es una grosería cuando Reymi Ferreira, Ministro de Defensa, sentencia que la postulación de EMA es un derecho humano establecido en el Pacto de San José de Costa Rica, que está por “encima” del derecho de los ciudadanos que votaron, por el No, el 21 de febrero de 2016.

El No fue un No a la reforma constitucional. ¿Qué parte no se entiende? ¿Hay temor de los isomorfos y corifeos del poder, sobre todo del Presidente indígena? ¿Por los “gastos” dispendiosos que en su pretensión de insuflar un capitalismo, pero, más salvaje, que el anterior (neoliberal)? Los corifeos e isomorfos lo adulan, lo alienan, le mienten y él les cree, o mejor, él se deja alienar con cuentos chinos y “fantasías”. Los isomorfos y corifeos van más allá, saben con absoluta claridad que es una parafernalia y hasta un sainete la “Acción de inconstitucionalidad abstracta”.

La confianza -exagerada- denota el papel de Tribunal Constitucional Plurinacional y el Órgano Electoral pletóricos de isomorfos y corifeos, que pareciera deben alguna misión: el TCP ya ha admitido esta “Acción”, lo cual no garantiza su pretensión de reelección indefinida. Lo evidente y factico es que al margen de cualquier “argumento”, el pueblo dijo -pese a quien pese- No, y estoy casi seguro que ofendido hará cumplir ese “No” del 21f. Esta vez, la sociedad civil (Hegel) toda, igual que el 2003 que expulsaron a Goni, puede desatar una tragedia sin precedentes. Esto es Bolivia, no Venezuela, ¡cuidado! Los bolivianos son impredecibles. La historia –boliviana- muestra que isomorfos (llunkus) y corifeos “falsarios” han fracasado. Espero que la razón se imponga y se respete el mandato del 21 de febrero, es decir, ese No a su repostulación.

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).