Cartas
Señor Director:
Recordamos el pasado 3 de octubre el paso de la vida a la muerte de San Francisco, el caballero de Dios. El “pobrecillo de Asís” voló al cielo después de recibir los estigmas o huellas de la crucifixión de nuestro Señor Jesucristo en el monte Alvernia de Asís, Italia. Los valores evangélicos y humanos de aquella muerte preciosa a los ojos de Dios y de los hombres nos recuerdan que todos pasaremos de la vida a la muerte y la recompensa será la vida eterna. La hermana muerte fue recibida por San Francisco por medio de un cántico de sus hermanos seguidores, “Laudato sí” (cántico al hermano sol).
Antes de su muerte Francisco fue a visitar a la hermana Clara de Asís en San Damián, luego redactó su testamento recomendando a sus frailes y seguidores a vivir en paz y armonía, practicar la caridad fraterna, amar a la Iglesia y obedecer al Papa y toda la jerarquía, observar la santa pobreza. Los médicos dijeron que le quedaban pocos días de vida y dijo “bienvenida, hermana muerte” y pidió que lo llevaran a la porciúncula, lo tendieran por tierra, lo cubrieran con un viejo hábito y les exhortó a amar a Dios y al evangelio y los bendijo.
Murió el 3 de octubre de 1226, después de escuchar el relato de la pasión de nuestro Señor Jesucristo, según el evangelio de San Juan. No existe santo más popular que San Francisco de Asís, entre católicos, protestantes y aun entre los no cristianos. El testimonio del seguimiento radical del evangelio que dio sigue cautivando en la actualidad, cuestionando nuestros valores con la fuerza de su vida no violenta, pobre, simple, sensible y casta, en perfecta coherencia consigo mismo y sus obras, en comunión con los demás, y con todo lo creado por Dios. Es patrono de los ecologistas y las sociedades de protección de animales.
David Espejo
O.F.S.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |