Dos “joyas” del turismo en Argentina

Tarija.- Argentinos del interior de ese país y extranjeros, sobre todo de Europa, llegan con afluencia a Purmamarca convertido en un atractivo turístico en la provincia de Jujuy por su paisaje deslumbrante.

Este poblado, situado a 71 kilómetros de la capital jujeña, se caracteriza por su cerro de siete colores, artesanías y el histórico algarrobo, cerca de la Iglesia, donde descansó el general José Manuel Belgrano cuando realizaba sus travesías en su lucha por la independencia de Argentina.

Purmamarca está cimentada en medio de montañas y una estrecha quebrada por donde sigue la carretera hacia los salares y el Paso de Jama que se conecta con Chile.

El bullicio de los visitantes y de los vendedores de artesanías hechas a base de lana de llama y oveja, además de fibra de vicuña, predominan las calles de ese poblado que tiene casas con estilo colonial.

Se ofrecen desde $ 20 hasta 800 y 1.000 pesos argentinos.

Gabriela Domisai, guía turística en este lugar, dice que Purmamarca recibe miles de visitantes desde la declaratoria como patrimonio cultural de la humanidad a la Quebrada de Humahuaca por la Unesco en 2003.

“Siempre tiene afluencia turística todo el año y no solamente en temporadas altas. En diciembre y la época de invierno llegan visitantes del interior de la Argentina y extranjeros”, afirma.

Después de este atractivo turístico que es un paso obligatorio de los turistas, está Humahuaca, a unos 61 kilómetros al Norte de Purmamarca, donde también prevalecen las artesanías confeccionadas con lana de llama y oveja que ofrecen al visitante.

Cada vendedor coincide en decir a los visitantes que “pregunten sin compromiso” sobre el costo de una campera, medias, guantes, aguayos y bolsones tejidos artesanalmente por pobladores de la microrregión argentina que vive del turismo receptivo.

Los puestos de venta se concentran en la plaza Sargento Gómez y la subida al monumento de los Héroes de la Independencia, obra del escultor Ernesto Soto, muy concurrida.

Humahuaca está enclavada entre un valle alto y la puna jujeña después de pasar por los poblados de Maimará, Tilcara, Huacalera y Uquia que forman parte del pasado precolombino y la riqueza cultural del norte argentino.

Para el ministro de Cultura y Turismo de la Gobernación jujeña, Carlos Oehler, la Quebrada de Humahuaca se constituye en la joya de la abuela porque sus atractivos turísticos posicionaron a Jujuy en el concierto de los destinos de América Latina.

“Es la niña mimada del turismo, pero tenemos muchas otras cosas más que ofrecer, particularmente en todo lo que son los Yungas y zonas selváticas de Jujuy. Y también en la puna donde hay lugares que realmente son maravillosos por la característica de sus paisajes, la cultura de su gente y la gastronomía”, señala el ministro. (Tarija Economía)