Triunfo de la sensatez

En una entrega anterior advertimos sobre los peligros que conlleva la insólita actitud de Carles Puigdemont, presidente de la Generalitat catalana y Oriol Junqueras, vicepresidente, de llevar adelante ese irresponsable afán de escindir la provincia de Cataluña de España, basados en un referéndum trucho y, peor aún, en un escrutinio más falso aún.

Como se suele afirmar: “Hijo de tigre sale rayado”, Felipe VI, al igual que su padre el rey Juan Carlos, que en 1981, con aplomo y valentía salvó el Estado de Derecho y la democracia tras el Golpe de Estado del Cnel. Tejero Molina, mediante su oportuna comparecencia en la TV, el joven monarca coaguló el proceso de violencia que se venía gestando, y así ganó precioso tiempo antes de que se generaran las medidas y decisiones que en caliente nunca llevan a buen puerto, como la aplicación del Art. 155 de la Constitución que autoriza al gobierno intervenir cualquier Comunidad Autónoma, de no cumplir ésta las obligaciones de la Carta Magna o actuar de forma que atente gravemente contra el interés general de España.

Asimismo, el Anuncio Real impulsó la salida de importantes entidades bancarias y empresariales de Cataluña hacia otras ciudades de España y de millones de catalanes, bajo el lema “Recuperemos la sensatez”, quienes dejando de lado su estado de abulia, promovieron que los unionistas se organicen y convoquen aquella multitudinaria contramanifestación en el centro de Barcelona, que demostró su absoluto repudio al intento secesionista de los afiebrados populistas.

Coincidiendo con Dña. Carmen Iglesias, Directora de la Real Academia Española de la Historia, este se trata de un Golpe de Estado que, a pesar de que el contexto es diferente, nos recuerda a los hechos que originaron la Guerra Civil en el año 1934, y nos atrevemos a añadir que, mientras los latinoamericanos nos vamos librando de esta pandemia populista y comunistoide del Siglo XXI, ésta cunde hoy en Europa, bajo la muletilla de promover la reforma constitucional; el nacionalismo; la plurinacionalidad y plurilingüismo de los pueblos; y otras pócimas milagrosas.

Nosotros tuvimos la mala suerte de probar esos bebedizos durante más de once años y lo único que cambió en nuestras vidas fue la novedosa forma de asaltar un banco, mientras antiguamente se lo hacía arriesgando el cuero y decididos a matar o morir en el intento, hoy, mediante un innovador estilo, se atraca agencias oficiales, de dentro para fuera, vistiendo corbata y llevándose el botín en la ropa interior.

Se supone que esta fiebre viene acompañada del generoso subsidio de los dineros del narcotráfico que ha utilizado brillantemente el disfraz político de los incautos que han caído en sus redes. De ahí que no es de extrañarse que la reciente captura de un barco colombiano en las costas de Barcelona, con un alijo de 3.800 kilos de cocaína, haya sido también una de las causas que desinfló la furia separatista y haya impulsado a Puigdemont a dictar un discurso de aplazamiento de la independencia y así dar paso al triunfo de la sensatez.