Mayor Franz D. Santander Calle
Desde hace tiempo, muchos conductores de vehículos, sean particulares o del servicio público, hacen caso omiso a las disposiciones de seguridad, referentes al traslado de niños, sea en distancias cortas o largas, poniendo en riesgo la vida de los infantes, sea por desconocimiento o simplemente por un capricho para no cumplir con normas viales.
Los cinturones de seguridad y los sistemas de protección para niños en los vehículos son dispositivos diseñados exclusivamente para reducir las lesiones de los ocupantes de vehículos, en caso de accidentes de tránsito, sin embargo, muchos no comprenden tal situación y cuando sucede lo inesperado, tratan de buscar culpables, cuando ellos son los únicos responsables de tal situación.
Mencionemos un caso. En días pasados, en un control de la Policía Boliviana se detectó a un conductor de transporte público, taxi, que conducía su vehículo con un niño en su regazo -entre su piernas-, al ser sorprendido intentó darse a la fuga y con el fin de tergiversar la labor policial grabó el hecho con su celular para subirlo a las redes sociales; actitud que denota la mala intención de este conductor.
Lo cierto es que tanto los conductores como los ocupantes del vehículo están obligados a utilizar cinturones de seguridad, debidamente abrochados y homologados, tanto para circular por calles de la ciudad, como por carreteras (urbanas y rurales) y autopistas.
No llevar a los niños correctamente sentados en el vehículo, con sus sillas homologadas y no hacer uso de los cinturones de seguridad está considerado como infracción grave o conducción peligrosa, ya que se expone la vida de los menores que por su constitución física son mucho más vulnerables a sufrir lesiones como:
Lesión de cuello: Por el tamaño de la cabeza respecto al resto del cuerpo, y la fragilidad de su columna vertebral.
Lesión de cabeza: Las vértebras no son suficientemente fuertes para soportar desaceleraciones. Este tipo de lesiones suelen ser las más graves.
Lesiones de abdomen: Pueden sufrir hemorragias internas o una lesión abdominal, ya que los órganos no se encuentran suficientemente fijos a la estructura muscular.
Y las lesiones son más severas, cuando el niño va en los brazos del conductor, ya que podría sufrir una astricción que puede provocar la muerte del pequeño.
Para el traslado de niños se debe extremar todas las atenciones necesarias y aplicar el artículo 96 del Código Nacional de Tránsito que señala:
“Precaución.- Conducir con atención y los cuidados que requiera la seguridad del tránsito”.
Los padres deben enseñar a sus hijos, desde el primer momento, las reglas básicas para su seguridad, como el uso del cinturón de seguridad, aprender a cruzar por pasos de peatones, no cruzar entre vehículos, llevar elementos reflectantes si circulan por la noche y si van en bicicleta, hacerlo respetando las reglas de circulación y usando casco. Son otras normas que deben aprender.
Un niño no puede viajar en el asiento delantero de un vehículo equipado con bolsas de aire, si va sentado en un sistema de sujeción para niños instalado de cara hacia atrás.
Si se viaja con niños, se debe utilizar siempre los sistemas de seguridad, aunque el trayecto sea muy corto; el peligro de sufrir lesiones en un accidente se reduce a la mitad si vamos bien sujetos. Un choque a 20 kilómetros por hora, sin llevar el cinturón puesto, puede ser mortal. Además, no debemos olvidar que su uso es obligatorio y no utilizarlo conlleva fuertes sanciones.
Si viaja con sus hijos, sobrinos o niños pequeños en vehículo, tiene que conocer las normas, para que el viaje lo hagan de forma segura. Si están bien sentados se ahorrarán sustos innecesarios y podrán concentrarse únicamente en la conducción.
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