¡Estar con la ley!

Contra quienes no cumplen con la ley, Bolivia rechaza de manera fulminante un supuesto fallo judicial. Estar con la ley es cumplir con ella, así ha enseñado el Santo Padre Francisco y también la Organización de Estados Americanos en fecha 5 de octubre de 2017.

LAS ALUDIDAS DECLARACIONES

El Papa Francisco, a tiempo de reiterar su oposición a la independencia de Cataluña, expresó: “que no recibió ninguna petición de mediación o negociación fuera de la ley” (1).

Por su parte, el ministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta y la Sra. Gabriela Montaño, presidenta de la Cámara de Diputados, en Washington ante la OEA han explicado “la clara injerencia en asuntos internos” del Secretario de la Organización de Estados Americanos, quién afirmó –a su vez- que ningún juez puede levantar el dictamen del único soberano: el Pueblo.

La contundencia de las declaraciones además demuestra que las cosas no se las puede negociar fuera de la ley. El Papa defiende la ley, de tal manera que categóricamente deja entender que se debe actuar dentro de la previsión de la ley y ella debe cumplirse, tal cual manda. Lo cual evita que sólo una persona esté por encima del resto del conjunto social o se sitúe por encima de los demás. ¡Nadie puede ignorar esta realidad!

SU SIGNIFICACIÓN PROFUNDA

No se puede ignorar o pasar por encima de la ley. En este sentido, está fuera de lugar aquella expresión que se escuchó, en algún momento: “métanle nomás, que luego se arregla”. Entretanto, se ve -por el mismo viaje de la destacada delegación de autoridades bolivianas a Washington- que la Convención, la Constitución y el ordenamiento jurídico otorgan los instrumentos y medios para proteger al Estado, que rige y garantiza nuestros destinos.

Consecuentemente, los gobernantes no tienen derechos subjetivos, ellos ponen en marcha una autoridad que les está delegada; ellos se encuentran revestidos de una aptitud legal para cumplir determinados actos. La función de los gobernantes está subordinada a la ley: ¡se trata de cumplir un servicio de bien público! Apreciemos a cabalidad esta oportunidad que brinda el Estado: de servir al Bien Público, lo que está establecido dentro de la Constitución. La Constitución es el título concreto de las competencias gubernamentales. Entonces, a dónde va, ¿a una INAPLICABILIDAD de artículos de la Constitución?, precisamente va al servicio ¡de un interés personal!

Se tiene que saber que con la presencia del Estado se sirve sólo a un Plan de Gobierno aprobado por el Pueblo en elecciones y para un periodo de gestión. Con sus afanes de “explicación”, de “delegaciones”, de recursos planteados, los gobernantes pierden toda legitimidad y cualidad jurídica. Sólo demuestran pretensión vana o manifestación de fuerza, cuya sanción es la resistencia, la desobediencia ante la opresión o a la revolución.

1.- El País: El desafío Soberanista de Catalunya, Madrid-España, 5 de octubre de 2017. Pág.1.