Energías solares y eólica

El país ocupa una buena posición entre los que aprovechan las energías solares y eólicas, figura en el noveno lugar entre 17 naciones de América Latina y el Caribe, según una organización internacional denominada en inglés como Group Clean Energy.

En el mismo informe se anuncia que principalmente México, Argentina y Brasil se proponen duplicar su producción actual. La información fue proporcionada por Carlos St. James, en un artículo que publicó en la revista Petróleogas, luego del reciente Décimo Congreso de Gas y Energía.

Resulta conveniente, para la mejor comprensión de estas líneas, acoger la explicación que brindó sobre tales energías, que en general son casi desconocidas, pese a su trascendencia y que tienen múltiples beneficios para los países que aprovechan tales recursos naturales.

Expuso, en efecto, que los costos de la energía renovable son mínimos en comparación con otras fuentes de generación de este valioso recurso, puesto que en el fondo no hay necesidad de explotarlo, menos industrializarlo.

Se trata solo de captar ambas energías naturales, lo que no tiene costo. Entonces, únicamente depende de instalar equipos que recojan ambos recursos y luego procesarlos para su distribución.

Bolivia está en condiciones de aprovechar ambas energías en proporciones infinitivas. Basta con ir al Altiplano, que se extiende en más de 100 mil kilómetros cuadros, para constatar que son recursos naturales que se manifiestan en abundancia en los departamentos de La Paz, Oruro y Potosí, pues sus climas se caracterizan precisamente por contarlos entre sus disponibilidades más características.

Todo consiste en instalar equipos que acumulen esas energías y luego de algunos procedimientos, instalar los equipamientos de acumulación para utilizarlas, como energía eléctrica. Por supuesto, alguna técnica debe ser necesaria para tales efectos, aunque seguramente no deberá demandar mayores requisitos adicionales, desde el momento que no se trata de bienes comestibles, sino solamente de servicio.

Bolivia puede ser la excepción en este orden de asuntos en Sudamérica, porque dada la altura en la que se encuentra su región occidental, respecto al nivel del mar, tiene la característica de contar con vientos permanentes para la energía eólica. La misma posibilidad se cuenta respecto a energía solar.

Todo depende, entonces, de elaborar los proyectos respectivos y sobre la base de los mismos efectuar las instalaciones mecánicas necesarias. Es obvio que se requerirá hacer algunas inversiones, pero su retorno será cuantioso, en la medida que se medite en contar con el equipamiento más apropiado, aprovechando en este orden al máximo la tecnología que debe existir o puede producirse para tales finalidades.

La cuestión está, entonces, solo en poner en ejecución la idea de utilizar dos recursos naturales existentes en exceso en el país, aprovechando riquezas naturales que no tendrían límite para hacerlas cuantiosas y perdurables por siempre. Las autoridades respectivas tienen ahora la palabra, estaremos a la espera de ellas y de cuanto se haga para tornar dos valores naturales en riqueza de por siempre.