Proyecciones indican que Bolivia aumentará deuda

La deuda externa de Bolivia aumentó en los últimos años y cada año crece más. La deuda está relacionada con el descenso de los precios de las materias primas y la necesidad del Gobierno de mantener el crecimiento de la economía, aunque se encuentra con menor dinamismo.

El gerente de la empresa Faboce, Tito Orellana, advirtió esta semana que esta situación afecta a la construcción y a las empresas proveedoras de materiales que pugnan por ofrecer al mercado productos acreditados internacionalmente.

Similar criterio expresó Antonio Gigirey, ejecutivo español de la firma Keraben, con sucursal en Santa Cruz. Sin embargo en la construcción no ha desánimo y continúan las inversiones dijo Orellana ante una consulta de EL DIARIO.

PROYECCIONES

Las proyecciones para el país apuntan a que el endeudamiento no bajará, por lo menos en los próximos años, debido en parte a la debilidad del sector privado que exige seguridad jurídica para generar mayor empleo y producción.

DEUDA/PIB

Por el momento, la deuda externa pública representa 24%, como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), pero sin tomar en cuenta la deuda interna. Hasta agosto pasado, Bolivia registró un saldo de deuda con acreedores internacionales por $us 8.844 millones, que son recursos efectivamente desembolsados. La deuda por desembolsar es también importante.

El economista Julio Alvarado calculó que si se considera la deuda externa e interna del país, la suma llega a 16.000 millones de dólares, es decir, alrededor del 50 por ciento del producto del año pasado (32.000 millones de dólares). De considerar lo señalado por Alvarado, Bolivia estaría al tope de su capacidad de endeudamiento, según los indicadores aceptados por la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

ACREEDORES

Los acreedores del país son en su mayoría organismos internacionales, pero en la región se perfila el crédito chino como una de las mayores alternativas para el financiamiento de infraestructura.

MILLONARIOS

PROYECTOS

Proyectos de infraestructura indican que el país seguirá endeudándose ya que tiene en carpeta millonarios proyectos de infraestructura, como el tren metropolitano de Cochabamba, o el frustrado proyecto del Hub de carga que debía construir una empresa china en Santa Cruz.

De acuerdo con información de la Fundación Milenio, sobre la base a cifras oficiales, el 2016 el país quedó debiendo $us 7.268 millones, y a agosto pasado, la cifra se incrementó en más de $us 1.000 millones. Como proporción del producto económico la deuda representó al cerrar 2016, 21% del PIB.

MÁS CIFRAS

La publicación de Milenio recordó que el saldo de la deuda externa pública de mediano y largo plazo aumentó en $us 655 millones, ascendiendo de $us 6.613 millones en 2015 a $us 7.268 millones en 2016.

“Se puede ver que el aumento del saldo de la deuda externa se explica más por incremento de la deuda con los organismos financieros internacionales y en menor medida por la deuda bilateral con otros gobiernos, principalmente China”, dijo la entidad privada.

A agosto se mantuvo esa situación, considerando que los organismos internacionales canalizan préstamos con tasas de interés menores, respecto de las fuentes bilaterales (países), o privadas, como es el caso de las dos emisiones de bonos soberanos (1.000 millones de dólares).

Sin embargo, desde que el país mejoró en sus índices económicos, al ser considerado como nación de ingresos medios bajos, las condiciones de crédito nuevo dejaron de ser concesionales, para pasar a operaciones de mercado.

INVERSIÓN PÚBLICA

En opinión del analista económico y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, los bajos ingresos que se reflejaron en los recortes presupuestarios en las instancias subnacionales (gobernaciones y municipios, además de universidades) obligaron a las autoridades a acudir nuevo endeudamiento para asegurar los proyectos de inversión pública y orientar la dinámica de la economía hacia el mercado interno.

Su colega José Luis Evia opinó también en ese mismo sentido, al indicar que el Gobierno mantiene su propensión a un mayor endeudamiento para seguir impulsando el crecimiento del país, sin tomar en cuenta el crecimiento del stock de la deuda.