El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó ayer convocar a elecciones adelantadas en Cataluña en un plazo de seis meses o “en cuanto se recupere la normalidad”; cesar al presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, al vicepresidente, Oriol Junqueras, y a todos sus consejeros; que la administración catalana actúe bajo las directrices de los distintos ministerios; y dar capacidad de veto al Ejecutivo central frente a cualquier iniciativa aprobada en el Parlamento catalán, que seguirá abierto pero no podrá proponer candidato a la presidencia.
La intervención de esas competencias concretas del Govern al amparo del artículo 155 de la Constitución debe ser aprobada ahora por mayoría absoluta en el Senado, que previsiblemente validará el plan gubernamental en un pleno extraordinario que se celebrará el próximo viernes. (El País)