Alcaldía aprobó planos, pero sin responsabilidad

Existe preocupación en propietarios de casas en la ciudad de La Paz debido a que el municipio, con base en sus atribuciones y regulaciones, realiza comprobaciones y verificaciones de las construcciones, especialmente de aquellas que habrían sido levantadas sin autorización ni aprobación debida de planos; pero surge a la vez la información en sentido de que el municipio deslinda responsabilidades sobre posibles problemas estructurales en barrios (por ejemplo, Los Pinos de la región de Calacoto) y se endilga a la empresa constructora las fallas existentes.

Mucho se dijo y se hizo en los últimos años en relación con las “construcciones piratas” que no cuentan con las autorizaciones y que, además, “habrían sido construidas con alguna autorización personal de funcionarios” que se prestarían a esto “tan solo para evitar dificultades y trámites morosos”. Afirma la Municipalidad haber realizado inspecciones, pero que se comprobó la “presencia de terrazas no consignadas en los planos debido a la responsabilidad de las empresas”. Al respecto, la comunidad afectada se pregunta: ¿Por qué al revisar y autorizar los planos no se ha tomado en cuenta todas las posibles fallas geológicas y estructurales? ¿Por qué no se alertó a las empresas y, en revisiones periódicas que debió hacerse, no se constató si existían las previsiones necesarias para evitar rajaduras, derrumbes y otros daños debidos a malas ejecuciones de las obras?

Para los vecinos interesados, no caben explicaciones sobre la no consignación en planos de posibles fallas estructurales; tampoco se los ha prevenido para que, conjuntamente la empresa constructora, verifiquen si existen las autorizaciones precisas del departamento técnico de la Alcaldía. Se alega, y con justa razón: “el vecindario cree en la efectividad de los mecanismos técnicos municipales; no puede aceptar evasión de responsabilidad si no se la aplicó en los momentos decisivos al aprobar los planos de construcción y emisión de autorizaciones”.

Si bien es evidente que cada propietario debe cuidar que se cumplan regulaciones para construir, es el municipio el que debería realizar inspecciones técnicas para verificar si lo dispuesto en los reglamentos se acata y, si ello no ocurre, obligar tanto a las empresas como a los propietarios la corrección oportuna de los yerros descubiertos; de otro modo, si se establece las fallas solo cuando se producen rajaduras, se crea angustias, se incrementa gastos y, lo más grave, surgen susceptibilidades sobre cómo están terminadas otras construcciones similares.

Es, pues, la Alcaldía, conjuntamente las empresas constructoras, la que debe prevenir lo que se haga en la ciudad y, en estos casos de fallas, derrumbes, rajaduras y malos procedimientos, disponer los remedios precisos; en otras palabras, no se debe dejar los errores para que los problemas adquieran mayor gravedad.