Economía y medidas urgentes para conseguir crecimiento

Entre varios problemas que el país debe enfrentar está el buscar medios y sistemas para evitar una mayor desaceleración de la economía que, pese a las posiciones con demasiado optimismo del gobierno, adolece aún de muchos problemas porque no hay políticas que eviten una mayor declinación. Varios economistas, en diversas oportunidades, analizaron la situación del país y, casi en coincidencia, llegaron a la conclusión de que es preciso tomar en serio los problemas, antes de que adquieran mayor proporción.

Siempre se ha sostenido que es preciso abrir las compuertas para las exportaciones porque vivimos restringidos por medidas contraproducentes que nos evitan vender más y asegurar mercados externos. El otro problema radica en el tipo de cambio que se mantiene fijo desde hace mucho tiempo y, por ello, mantenemos una posición de rezago en relación con los demás países.

Hay una Ley de inversiones, pero sin los reglamentos debidos, que no se la aplica y, por muchas medidas contraproducentes que se adopta sobre todo en el campo impositivo, se prescinde de inversionistas externos y se frena a los internos, cuando se entiende que nuestro país no está para una parálisis permanente y no logra crecimiento y riquezas que generen empleo, tan solo por creer que “siendo gobierno no precisamos de nada y de nadie; lo contrario sería intervención en nuestros problemas”; estas ideas equivocadas nos postergan y nada hay que abra posibilidades ciertas para alentar inversiones.

Se debe prescindir de endeudamientos mayores al país, ya que el gobierno cree que “todo problema se soluciona con préstamos”, criterio ajeno a la verdad que es clara y contundente: el endeudamiento del país es contraproducente, mucho más si se ha tenido una economía en auge debido a los precios del gas, del petróleo y minerales. Este gobierno, como ningún otro, recibió el país en “bandeja de oro” porque el año 2006 se empezó con el aprovechamiento de una condonación de la deuda lograda por gobiernos anteriores, condonación que hizo que el gobierno se beneficie a partir de 2006 con la reducción del monto de la deuda externa.

Es preciso, pues, evitar el endeudamiento y, además, como complemento urgente, no acudir a los déficits tan solo “porque hay dinero para gastar”; los déficits se encargan de agrandar la gravedad económica del país y, si a ello se añade la deuda interna, los “bonos soberanos” que hay que honrarlos, los problemas tienden a agudizarse. Es preciso incentivar la inversión privada, mejorar la eficiencia de la inversión pública, liberar mercados de exportación; adoptar políticas de austeridad y de ahorro no gastando más en superficialidades e inversiones inútiles; no contratar más burocracia. Conseguir el crecimiento económico será posible adoptando medidas como las señaladas; de otro modo, se corre el riesgo de empeorar la situación y hacer que desaparezcan las esperanzas de un crecimiento armónico y sostenido.