Más de 350 funcionarios municipales y 100 efectivos policiales, desplegaron su trabajo en dos turnos, pero no sólo se apostaron en las puertas del Cementerio General o en su interior y evitar el consumo de bebidas alcohólicas, sino el control abarcó las inmediaciones del cementerio. Las calles colindantes se movieron en la dinámica comercial ofreciendo accesorios de diverso tipo, variedad de platillos populares, las infaltables gaseosas y refrescos artesanales, además de ropa, juguetes, entre otros.
Un segundo grupo de control y apoyo que ingresó al camposanto desde las 17.00 -de acuerdo con la programación de la autoridad- tuvo la labor de realizar la limpieza del interior del cementerio y evitar la concentración de desechos propios de la festividad. Se tenía previsto que desde tempranas horas de hoy se procedería con la limpieza total.
INTENDENCIA
Otro equipo estuvo bajo las órdenes de la intendencia municipal, a cargo de Paola Valdenassi, quien dispuso el control en la parte externa del cementerio con la finalidad de que el servicio de comida se enmarque en las exigencias mínimas de higiene, adecuada manipulación de alimentos, uso de uniformes y evitar el expendio de bebidas alcohólicas.
En el Cementerio Jardín, las familias participaron de un acto religioso y luego cerca del medio día lanzaron racimos de globos blancos al cielo en señal de despedida de quienes fueron sus seres queridos. Se observó que las familias evitaron el consumo de bebidas prohibidas en este tipo de acontecimientos.
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