El director técnico de Wilstermann, Roberto Mosquera, ayer cometió craso error al disponer el cambio de Carlinhos por Jorge Ortiz, que implicaba la inclusión de un quinto jugador extranjero en cancha, y según la reglamentación la otorgación de los puntos en disputa y además la reducción de los que hubieran ganado.
La parte puntual de la reglamentación al respecto señala que “el que infrinja esta disposicion perderá los tres puntos en disputa que beneficirán al contendiente si hubiera ganado el partido, en caso de empate perderá el punto ganado y se le restará los otros dos puntos de los que hubiera ganado o por ganar y el impugnador será declarado ganador y se le adjudicará los tres puntos en disputa”.
Antes del cambio, el estratega colomboperuano no tomó en cuenta de que estaban cancha los siguientes cuatro jugadores extranjeros de Wilstermann: Raúl Olivares, Alex Da Silva, Cristian Chávez y Serginho. El ingreso de Carlinhos determinó la inclusión del quinto jugador extranjero.
Esta situación no fue advertida antes del cambio, cuando se solicitó la ficha correspondiente para la variante, ni tampoco durante la presentación de la misma, pese a que Mosquera estaba con seis de sus colaboradores del cuerpo técnico, tampoco lo hizo el delegado de mesa de Wilstermann, que incluso sería otro de los principales responsables, Wilson Meneses, quien reconoció su error y “el momento en que se hacía el cambio, estaba en el sorteo del antidoping”. Mientras todas estas personas no tomaron en cuenta del tremendo error que se estaba cometiendo, fue el público, particularmente los hinchas de Wilstermann, los que voces protestaron por el cambio y posteriormente, llenos de bronca, gritaban “fuera Mosquera, fuera Mosquera”. Por fortuna, ante la circunstancia, la Policía oportunamente tomó previsiones para evitar desmanes.
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