Minería y accidentes que afectan a pobladores en Potosí

La historia de la minería en Potosí surge a partir de 1545. Potosí es considerado como uno de los mayores centros explotadores de estaño y plata, donde actualmente se gestan grandes proyectos de concentración de minerales de baja ley.

Potosí aún sustenta parte de su economía con la minería, sobre la base de esta actividad se ha asentado el desarrollo regional durante más de cuatro siglos. A pesar del tiempo transcurrido, los periodos críticos y de bonanza en el precio y la importancia de los minerales, este departamento continúa siendo un pilar en la economía nacional.

En la actividad minera siempre hay faenas peligrosas, capaces de producir numerosos accidentes, enfermedades típicas de esta ocupación. Lamentablemente esta eventualidad no ha significado una corrección oportuna. La minería en la actualidad sigue siendo una fuente importante de problemas y contribuye con gran cantidad de incapacidades a las estadísticas mineras.

De enero a octubre se ha atendido 26 casos, de los cuales el 55.55% es de casos de Traumatismo Cráneo Encefálico (TEC), el 25.93% de asfixia por gas de mina y el 14.81% de intoxicaciones por gas de mina.

De estos accidentes de mina, como asfixia por gases tóxicos, sofocación, traumatismo cráneo encefálico, intoxicación por gases de minas, TEC abdominal cerrado, de enero a octubre del presente año se reportó 26 casos, siendo la mayoría de las personas afectadas de sexo masculino, que oscila desde los 18 años hasta los 51 años.

Del grupo de personas afectadas, el 23.9% tiene 18 hasta 19 años y el restante del 76% registra edades de 20 a 51 años.

Estos casos se presentan en varios centros mineros, tomando en cuenta que en Potosí hay cinco yacimientos, Malku Khota, Santa Isabel, San Vicente, Thutu y Telamayu, además de los seis centros de exploración.

Un accidente de trabajo es la lesión temporal, permanente o la muerte del trabajador durante su jornada laboral o bien en el trayecto desde su casa al trabajo.

En la minería se distingue dos tipos de faenas: subterráneas y a tajo abierto; muchos de los riesgos son comunes en ambos trabajos; sin embargo las condiciones especiales en que se desarrollan las labores subterráneas incrementan considerablemente su peligrosidad.

Entre otros accidentes habituales se puede encontrar los correspondientes a las caídas en diferentes niveles; los golpes contra vigas, rocas sobresalientes, barandas, además de los producidos por elementos de transporte. Debemos tener presente que gran parte de las labores se desarrolla a menudo en espacios estrechos. Cuando las vetas son de poca dimensión, resulta antieconómico desprender gran cantidad de material inerte, lo que obligaría además a mayores gastos por elementos de soporte y revestimiento. Por esto las galerías y los socavones de las minas pueden ser a veces muy estrechos, dejando apenas el espacio indispensable para el paso de la maquinaria y los trabajadores, lo que considerablemente empeora por las pobres condiciones de iluminación.

Se previene estos accidentes habituales con el empleo de elementos de protección personal y la buena mantención de escaleras, paredes, compuertas, elementos de transporte, etc. Una buena señalización es muy importante y un reglamento de seguridad, claro y bien conocido por todos, impuesto con energía y combinado con un buen programa de seguridad es fundamental.

La disciplina en las labores mineras es indispensable, esta conducta nunca debe ser de tipo impositivo. Por el contrario, se debe buscar la colaboración del personal mediante un programa de educación sanitaria bien concebido, que incluya incentivos suficientes para despertar el interés de los trabajadores.

Por lo tanto, las normas de seguridad industrial deben ser rigurosamente utilizadas, sobre todo por la población joven y productiva, la misma que ante la poca experiencia laboral, puede ser víctima de los accidentes laborales en interior o exterior mina.