La Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela aprobó ayer una ley que castiga con penas hasta de 20 años de cárcel y amenaza con el cierre a medios de comunicación y la ilegalización a partidos políticos que promuevan “el fascismo”.
La polémica ley fue expresamente solicitada por el presidente Nicolás Maduro a la Constituyente oficialista para acabar con los supuestos mensajes de “odio” que según el oficialismo dispararon la ola de protestas antigubernamentales que sacudieron el país entre abril y agosto y dejaron 120 muertos.
“Quien públicamente (...) incite al odio, la discriminación o la violencia contra una persona o conjunto de personas en razón de su pertenencia real o presunta a determinado grupo social, étnico, religioso, político (...) será sancionado con prisión de 10 a 20 años”, establece el artículo 20 de la citada ley.