COMUNICABILIDADES
Una de las analogías que utilizó el filósofo griego para ilustrar el tema de la verdad, fue el mito de la caverna, que aparece en el libro La República.
En esta alegoría, Platón les pide a sus discípulos que imaginen que “toda su vida han sido prisioneros en una caverna, donde tienen las manos y los pies encadenados y la cabeza sujeta de tal modo que sólo pueden mirar hacia la pared de enfrente”.
“Detrás de ellos hay un fuego, y más atrás un espacio por donde caminan sus captores, quienes entran y salen de la caverna, llevando y trayendo objetos que los prisioneros no pueden ver, sólo alcanzan a distinguir las sombras proyectadas en el muro de enfrente”.
Los prisioneros sólo ven los reflejos distorsionados de la realidad que ocurre a sus espaldas, pero no ven la realidad en sí misma.
Si fuesen liberados, les costaría distinguir lo falso de lo real porque su percepción acerca de la verdad habría sido distorsionada.
Actualmente, casi todos somos prisioneros de los medios audiovisuales (TV, redes sociales, Internet), donde estamos obligados a mirar la pantalla de enfrente.
No alcanzamos a ver la realidad, sólo las sombras que proyectan estos medios.
Mientras muchos periodistas se dedican con vocación al oficio de informar, otros se dedican simplemente a proyectar sombras de la realidad.
Miles de personas se encuentran encadenadas frente a sus pantallas, observando una realidad artificial. No pueden moverse, no pueden saltarse la publicidad, ni siquiera protestan cuando pasan programas vacíos de conocimiento, pero llenos de sombras.
¿Se animarán a romper las cadenas y salir a explorar el mundo por sí mismos?
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(*) Director ejecutivo de Xperticia. Empresa de Capacitación y Asesoramiento en Comunicación.