Un chupatetilla de pata negra

Pablo Iglesias, líder del partido izquierdista español “Unidos Podemos”, llegó a Bolivia con su compañera doña Irene Montero, portavoz y parlamentaria de esa fuerza política, al fragor de una luna de miel postiza, y para asistir a los actos de celebración de los 100 años de la melancólicamente desaparecida revolución rusa, efemérides que no fue festejada ni en Rusia, cuna de esa gesta histórica.

Para ganar la simpatía de sus anfitriones, y justificar el propósito crematístico de su visita, el hirsuto político trajo como regalo para el presidente Evo Morales una camiseta del famoso futbolista Cristiano Ronaldo y echó mano al consabido apoyo a nuestra causa marítima con Chile, plagiando las declaraciones de Miss Chile, Valentina Schnitzer que, en el certamen de belleza Hispanoamericano realizado en Santa Cruz, proclamó la pertenencia del mar a Bolivia, y se ganó la simpatía general de los concurrentes.

Lo difícil para el hombre de la trenza fue conjugar su opinión sobre la realidad por la que viene atravesando actualmente España; su involucramiento soterrado en los actos violentos de los separatistas en Cataluña y el intento de magnificar esa causa, llevándola a un punto de quiebre, al igual que se hizo con Santa Cruz, con tan funestas e irrepetibles consecuencias.

Sobre el particular, es bueno recordar lo sucedido con Juan Carlos Monedero, dirigente de Podemos, y el espectáculo que dio en la Comisión de Investigación del Senado español, al tratar de explicar su misión en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez para obtener fondos para el partido, donde nada más comenzar su intervención contestó “No” a la pregunta de si había trabajado para Chávez, aunque luego rectificó y reconoció que sí había “colaborado un poco con la presidencia de Venezuela”, lo que provocó la hilaridad de los presentes.

Lo cierto es que dicha poca o ninguna colaboración le costó a Venezuela 700 mil euros, que el propio Monedero, mejor apellidado “billetero”, reconoció que tuvieron en el banco el año 2013, “después de cobrar un total de 425.150 euros de los gobiernos de Bolivia, Nicaragua, Venezuela y Ecuador por trabajos de asesoría…”.

Por lo expuesto, queda comprobado que de los añejos conquistadores que recalaron en nuestras tierras con espejitos de colores, para sonsacar nuestras riquezas, ahora llegan sus tataranietos sólo con camisetas, y al establecer que a tres de los países nombrados ordeñaron hasta la última gota de sangre, se enfilan hacia el nuestro para llevarse lo que queda.

Estos son los verdaderos conquistadores que se vinieron a hacer las américas y es cuando cobra vigencia uno de los neologismos gramaticales de S.E. que ha dado la vuelta al mundo y le ha valido la otorgación de 16 doctorados “Honoris Causa” cuando ha manifestado: “Ya se acabó que nos sigan chupando tetillas”. Aplicando esta sabia afirmación al greñudo Iglesias, podemos calificarlo como un moderno cochinillo ibérico, y de la raza de los chupatetillas de pata negra.