El maestro frente a globalización

La globalización es un concepto con varias dimensiones, que puede resumirse de la manera siguiente: Globalización económica: actividades estratégicas a escala planetaria en tiempo real; Intercambio y/o comunicación de la información conforme se va produciendo; Acción a distancia; Compresión del espacio – tiempo; Aceleración de las interdependencias (financieras, energéticas, climáticas, etcétera); Mundo virtual on-line, Internet y redes, y otros.

En la sociedad, la educación es un elemento indispensable para que la humanidad pueda progresar; en tal sentido se debe tener una visión estratégica, a partir de un proyecto educativo que se inserte en un proyecto nacional a nivel macro, que coloque a los países subdesarrollados en una situación menos desequilibrada con respecto al resto del mundo.

La educación debe formar a individuos de manera integral, para que sean capaces de resolver problemas actuales de nuestra sociedad. Para ello es necesaria una estrecha relación entre las instituciones educativas y el entorno político, social, económico y cultural. Por tanto se debe seguir fortaleciendo el MESCP de nuestro país, que los maestros sigan realizando planificaciones curriculares adecuadas a las necesidades de estudiantes y la sociedad, y dispongan de métodos adaptados a los avances de la ciencia y tecnología.

La tarea del maestro frente a la globalización implica tener una visión diferente de la educación, replanteando las estrategias de enseñanza en función de un mundo donde la sociedad es cambiante. Es necesario ir ajustando nuevas tendencias y temáticas que se originan a partir del fenómeno de la globalización. En este sentido, escuelas, institutos, escuelas de formación de maestros y universidades son los espacios de aprendizaje y acceso a la información de forma abierta y múltiple.

Y si hablamos de educación superior, frente a estas necesidades de carácter educativo, lograr competitividad y productividad es el reto de la educación. Especialmente en este nivel, el modelo global implica ir formando profesionales con estándares de excelencia. En este sentido, el docente debe poseer indicadores para asumir estos retos, primero un perfil profesional ético, saber ser persona, aspecto fundamental, ya que va desarrollando la idea y la conciencia en los futuros profesionales. Por ello los maestros tienen que ser motivadores, responsables, tener iniciativa, actitud y liderazgo, aspectos que se van desarrollando en el proceso formativo.

Los maestros también deben tener amplios conocimientos, es decir saber de lo que habla, introducir al mundo del conocimiento a los estudiantes. Asimismo el maestro debe poseer un perfil ocupacional, quiere decir saber orientar porque el conocimiento es ciego sin aplicación. Por último, tiene que tener un perfil social y comunitario, saber convivir como persona con los demás, inculcar valores y principios éticos y saber convivir en armonía con la naturaleza.

La globalización en los procesos educativos es una tarea sin fin, cada generación está obligada a transmitir a la siguiente su propio saber cultural y tecnológico. Por eso se exige una educación nueva y completa para cada generación y época. En el proceso de formación de los estudiantes no podemos perder de vista el aporte que desde los medios de comunicación se da, con informaciones de carácter universal. El flujo de aprendizaje y enseñanza es generalmente espontáneo, no se da de un modo sistemático y programado como en la escuela. Sin embargo no se puede negar que esta otra manera de transferencia de conocimiento y ha pasado a ocupar un lugar importante en el escenario social. Ahora la responsabilidad de los procesos formativos en el ámbito de la educación, aunque es de carácter multifactorial en este proceso, es de la familia, la educación formal y los medios de comunicación.