Mayor Franz D. Santander Calle
La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv) en los últimos meses atendió decenas de casos de violencia intrafamiliar que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico, abuso psicológico repetido, abuso sexual, tentativa de violación, intimidación y/o coerción económica, entre otros.
La violencia intrafamiliar es un fenómeno social en nuestro, que abarca a un alto porcentaje de familias en todos los niveles económicos y culturales. Se trata de relaciones que involucran un abuso de poder de parte de quien ejerce maltrato.
La persona violenta desarrolla su comportamiento de manera privada, demostrando hacia el exterior una fachada respetable, insospechable, instruida.
La conducta abusiva es compatible con cualquier aspecto, capacidad, inteligencia, actividad, profesión, entre otros. Incluso en el desempeño familiar, institucional o comunitario para la gente es aparentemente insospechable.
Lo preocupante es la violencia psicológica seguida de violencia física extrema, casos que se van incrementando habitualmente en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz, con mujeres que tienen que someterse a una valoración del médico forense y en muchos casos con varios días de impedimento, evidenciándose que la violencia extrema de los responsables en gran porcentaje se encontraban en estado de ebriedad.
La violencia intrafamiliar, también denominada en nuestro medio como violencia familiar o violencia doméstica, incluye diferentes maneras de maltrato, empezando de la intimidación y concluyendo en el uso de los golpes. La persona violenta se caracteriza por ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia -como su pareja o su hijo- o comportarse de forma violenta con todos.
Los especialistas en esta rama de la violencia en el seno familiar, señalan que existe una variedad de denominadores comunes que identifican al responsable del maltrato. Precisando, las personas de este prototipo concurren en estas características: Son individuos muy dependientes a nivel emocional que expresan dicha dependencia a través de la agresividad. Se exhiben seguros de sí mismos e incluso figuran ser soberbios. Sin embargo, bajo esa imagen se mimetizan o esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.
Requieren humillar y arremeter la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores. Es usual que tengan carencias afectivas y problemáticas de particularidades similares que arrastran de su infancia o de su etapa adolescente. Poseen celos patológicos y no son capaces de demostrar sus sentimientos.
Cuando se suscitan estos hechos, la víctima tiene que interponer una denuncia en la Dirección Departamental de Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia, la cual será puesta en conocimiento del Ministerio Público, como señala la Ley 1970, Código de Procedimiento Penal, con la finalidad de que se adopte las medidas cautelares o de protección, según corresponda.
En los casos en que exista información fehaciente sobre que en el interior de un domicilio se esté suscitando actos de Violencia Intrafamiliar o existan llamadas de invocación de auxilio de personas, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), dependiente de la Policía Boliviana, tiene la facultad de ingresar al inmueble sin mandamiento de allanamiento, con el único propósito de prestar ayuda a la víctima.
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