Elaborar una propuesta ganadora es mucho más complicado que juntar algunos números y esperar lo mejor. Una buena preparación para ofertar en un concurso o licitación requiere mucho tiempo y esfuerzo que involucra desde leer y comprender en su totalidad los planos y especificaciones técnicas hasta estimar de forma precisa el costo de la mano de obra, materiales y equipos.
Varios concursos de diseño o licitación arquitectónica se perdieron por cuestiones políticas, técnicas y en algunos casos no marcan la diferencia entre ellos o finalmente no son correligionarios del partido de gobierno, cuando se trata de obras públicas.
Es muy común entre los profesionales arquitectos concursar o pugnar por obras privadas o públicas, pues esta modalidad tan singular en base a propuestas en los espacios requeridos, expone a los arquitectos a una competencia leal, pero que llegado el momento se convierte en desleal, ya que quienes convocan a estos concursos direccionan y manipulan en algunos casos para favorecer al que menos espera y simplemente el resto presenta sus obras como relleno del proceso de concurso o licitación, cuando en realidad ya está definido el ganador. Este procedimiento desleal normalmente sucede en las obras públicas.
Hay de las otras que en una gestión municipal o gubernamental ganan el concurso o licitación, pero resulta que cambian de autoridades y estos se encargan de que no sea tomado en cuenta el diseño ganador, ya que supuestamente no comulgan con la línea del partido político.
Pero algo mejor ocurre en los últimos años, pues la obras públicas han sufrido cambios, ya que ahora las obras públicas; como coliseos, establecimientos, canchas, estadios, sedes sociales y otros, se hacen con invitaciones directas, y si licitan o llaman a concurso, lo más probable es que pierdas por no ser del partido político. Esta modalidad es común en las obras públicas.
PROYECTOS TRUNCOS
La otra manera desleal, es que cuando ganan un concurso público de manera libre y con méritos y el diseño no se construye y pasa a ser de exhibición y mejor dicho al archivo y por lo general para llegar a esta situación, aduciendo que no hay presupuesto, cambiaron de idea las autoridades o cancelan el proyecto.
Arquitectos como Norman Ramírez, quedó trunco con un diseño de en la ciudad de El Alto, el mismo que fue propiciado por el municipio. La misma suerte corrió Fernando Martínez quien ganó el concurso de la plaza de los Héroes en Aranjuez y al final quedó en la nada, el arquitecto Oswaldo Villegas se vio frustrado con la Terminal Metropolitana en al gestion del alcalde Patana. El profesional fue el ganador del Concurso y la actual construcción es otro diseño.
Un buen sector de los arquitectos no desea revelar de estas circunstancias adversas cuando se trata de concursar, pero se conoce en voz baja y entre los mismos profesionales. Cuando se trata de obras públicas, el destinario o ganador ya está “cocinado”, por cuanto toman el riesgo de presentarte bajo esas condiciones, que efectivamente no lo dicen, pero se ve en la calidad del proyecto final escogido para la construcción.
CUIDADO EN LA PROPUESTA
Obviamente no está al margen cometer errores pequeños en el diseño o la propuesta, ya esa justamente puede ser la diferencia entre tener una propuesta ganadora y perder un proyecto deseado.
Hacer una propuesta demanda tiempo y dinero, puede ser tan costoso como no ganarlos y para evitar fallar, si descubres que tu estudio no obtendrá una ganancia aceptable. Lo mejor será abandonarlo y pasar a otro proyecto. También si no puedes manejar de forma adecuada el alcance y requerimientos del proyecto.
El encontrar un balance adecuado entre ofertar y ganar suficientes trabajos, puede ser difícil. El seleccionar el trabajo adecuado en el cual ofertar es vital para mantener un negocio favorable.
El descuido en el llenado de una propuesta es lo más común para el concurso y quizás omitir documentos requeridos es una formar de perder un concurso o licitación que podrías haber ganado en su momento.
No molesta que otra persona revise la propuesta final de oferta para asegurarse de que no se han olvidado de nada antes de enviarla. Es una buena medida asistir a las reuniones o cumplir con la fecha y hora límite de entrega, firmar las hojas de propuesta, caso contrario podría ser descalificado.
CANTIDADES ERRÓNEAS
Toma el tiempo necesario para revisar completamente los planos y especificaciones para determinar con precisión, medidas y cantidades, terminarás con costos de construcción incorrectos al calcular tu oferta.
NO VISITAR EL SITIO
De no visitar el sitio no podrás conocer si estas condiciones existen y que se tendrán que considerar costos adicionales en tu oferta, los cuales reducirán tu ganancia si ganas el trabajo.
Es cierto que al preparar una propuesta de oferta debes tener tanta información como sea posible para luego compilar una oferta competitiva.
Efectivamente hay que hacer tu propia investigación para garantizar que tienes la información oportuna, que ésta es precisa, y que tienes un completo entendimiento de la misma.
ERRORES DE CÁLCULO
Los cálculos manuales fácilmente pueden resultar en errores aritméticos o de dedo. Siempre use una hoja de cálculo o algún tipo de software para ofertas de licitaciones de construcción, a fin de garantizar que los cálculos sean precisos.
MAQUINARIA
Es la parte también que hay que considerar, verificar que la maquinaria esté en buen estado y funcionamiento a su máximo rendimiento caso contrario podría causar demoras en el itinerario de construcción.
SUBCONTRATISTAS
Si se trata de un subcontratista que estás usando por primera vez, o uno con el que has trabajado durante años. Una solución es establecer un proceso de precalificación para los subcontratistas que quieran trabajar contigo y define claramente el alcance del trabajo que se espera y debe realizar.
Para determinar tus costos de mano de obra debes considerar el factor de jornada a pagar, la disponibilidad de mano de obra en la región que en algunos casos es afectada por la oferta y la demanda. Como en cualquier rubro los trabajadores más experimentados pueden completar las tareas rápido, lo que reduciría el número de horas-hombre necesarias; pero tendrás que pagarles más por sus servicios. Los trabajadores con menos experiencia, necesitarán más horas-hombre para completar un trabajo; pero puedes pagar menos.
MALINTERPRETAR LOS REQUISITOS
En muchos casos se requieren materiales especiales con los que no estás familiarizado, no debes suponer que su costo es comparable al de materiales similares o comunes, es mejor que te comuniques con el proveedor y saber los precios exactos y de entrega en obra, si es con factura o sin ella.
El preparar una buena propuesta que sea competitiva, toma tiempo. Si tratas de apresurar el proceso, te llevará a cometer errores. Necesitas el tiempo necesario para leer y comprender los planos y el alcance del trabajo, y reunir y evaluar ofertas de subcontratistas. No caigas en la trampa de pensar que si has hecho un trabajo similar en el pasado, pueden simplemente presentar una oferta sin hacer la investigación debida.
ALTO RIESGO
Cada proyecto de construcción viene con su propio conjunto de riesgos únicos, pero hay que analizarlos y evaluarlos individualmente para que puedan ser gestionados y solucionar cuando se presenten. Al identificar y evaluar los riesgos posibles asociados con un proyecto, mientras elaboras una oferta, hará que estés mejor preparado para manejar la situación cuando algo salga mal.
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