¡La juventud se alza!

El día en que se conoció la malhadada resolución del Tribunal Constitucional, en la que se da vía libre para que S.E. se quede en el poder de por vida, la juventud cruceña se alzó, parapetándose entre la Catedral y La Pascana. Con estribillos y pancartas se mantuvieron tres horas en plena plaza “24 de Septiembre”. Es necesario destacar que no había ni una persona que superara los treinta años de edad. No había mayores, menos dirigentes políticos o cívicos visibles que los estuvieran enviando. La reacción fue espontánea, cual río desbordado que busca su cauce. El día miércoles fueron mayúsculas las protestas, en las que intervinieron personas de toda condición social, habiendo sido reprimidas por la policía.

Lo visto, señores, es la primera muestra al masismo de que no son propietarios del Estado, menos del gobierno, ni nosotros somos sus pongos, para que látigo en mano se eternicen en el poder, sometiéndonos cual rebaño de ovejas. Nada es seguro en la vida; tampoco es perenne, menos los actos, cuando son violentadas las leyes de Dios y del hombre. Pero debemos decirles algo de los mucho que se puede decir. El pueblo boliviano, en todas sus clases, se ha batido con los dictadores, con los gendarmes de la hora y siempre los ha derrotado.

Don Carlos Borth, en una entrevista radial, cuando le repetían que la democracia se garantizaba con la presencia de Evo Morales, con mucho tino y sorna decía: “...No sé si decirle si es un ingenuo... Evo Morales...”. Fue lo menos, señores, lo que dijo el analista, con mucha piedad cuando un gobernante con una discrecionalidad rampante en el gobierno habla y hace lo que se le viene a la boca.

Ese autoritarismo no es novedad, tampoco fue la resolución del Tribunal constitucional, en particular cuando sin méritos, sin condiciones de idoneidad, están en esos carguitos para hacer de polichinelas del dictador de turno. Y reiteramos anteriores comentarios, esto es una dictadura descabezada, ni siquiera orgánica o sistemática como la de Augusto Pinochet o Hugo Banzer. Esta es una dictadura sin ton, ni son, pues organiza pantomimas, para luego hacer lo contrario, como la elección del pasado domingo, que fue como un acto fallido y un retroceso moral para la nación.

La primera lección moral y grandiosa en elogios es que los jóvenes comienzan a alzarse, muestran que no será fácil apoderarse del gobierno, menos de la vida política de un país como Bolivia.

Final: El masismo tendrá que irse del gobierno de dos modos: por las buenas o por las malas anunciando lucha fratricida en el país. Será expulsado del poder, si no se encarga el destino de cortar por atajo la prepotencia y arbitrariedad con las que están procediendo. Y el destino está hoy, el mañana no se ha abierto, por lo tanto no está en nuestras manos, es un misterio si estaremos vivos o enterrados por la ebriedad del poder.