Juan Orlando Hernández se convirtió, ayer, en el primer presidente de Honduras reelegido en el cargo, en cuestionados y reñidos comicios que han dejado al descubierto la profunda polarización de este país, que tiene entre sus mayores enemigos la pobreza y el narcotráfico.
Abogado de profesión y empresario, Hernández, de 49 años, llegó a la silla presidencial en las elecciones de 2013 de la mano del Partido Nacional, al que le ha dado una tercera victoria consecutiva, esta vez en medio de la polémica porque la Constitución prohíbe la reelección presidencial.
Pero un fallo judicial de 2015 dejó abierta esa posibilidad, que Hernández aprovechó y cristalizó en los comicios del 26 de noviembre al obtener el 42,98% de los votos frente al 41,39% del opositor Salvador Nasralla, quien con anticipación gritó “fraude” y dijo que no aceptaría los resultados del Tribunal Supremo Electoral (TSE).