Rebeldes yemeníes mataron ayer al expresidente Ali Abdalá Saleh, cuando intentaba huir de la capital, Saná, en medio de los enfrentamientos entre las fuerzas leales a este y los hutíes, que desde 2014 y hasta hace pocos días eran aliados en la guerra del Yemen.
El Ministerio de Interior controlado por los hutíes anunció en un comunicado la muerte de Saleh, al que calificó como “líder de la traición”.
La emisora de radio de Interior había asegurado anteriormente que el exmandatario y líder del partido Congreso Popular había muerto por disparos de combatientes hutíes.
Un responsable hutí que pidió el anonimato explicó a Efe que “Saleh murió cuando combatientes hutíes dispararon contra el convoy en el que viajaba, a su paso por un puesto de control en la zona Yahana, al sureste de Saná, mientras huía de la urbe”.