El presidente de EEUU, Donald Trump, reconoció a Jerusalén como capital de Israel y varias organizaciones no tardaron en expresar su grave preocupación por las consecuencias de esta iniciativa.
La ONU, la Unión Europea y los principales países árabes rechazaron la decisión unilateral.
El anuncio de Trump, recibido con profundo agradecimiento en Israel y gran irritación en Palestina, fue criticado por la gran mayoría de las instituciones internacionales, e incluso el papa Francisco pidió sin éxito a Trump que respetara el estatus de Jerusalén antes de que se hiciera oficial la decisión.
El presidente palestino, Mahmud Abás, dijo que el anuncio de Trump viola “todas las resoluciones y acuerdos internacionales” y anima a Israel “a seguir con la política de ocupación, asentamiento y limpieza étnica”.