Prevenir la violencia

Cada día se registran embarazos en adolescentes: claro que sí, entre otros, porque no tienen la educación para comprender qué es un embarazo, “satanizan” el condón, como obedeciendo la “instrucción” de Evo Morales que prohibió su uso; para promover los embarazos y ser “fuertes” como China (con miles de millones de habitantes), dijo. El 90,6% no usa anticonceptivos (EDSA, 2016); así, la “despenalización” del aborto les vendría como “anillo al dedo”. Otra causa, básica, es el excesivo consumo de alcohol ante la abulia de “autoridades” que ven con indiferencia las tragedias. Tragedias que por rating algunos medios los convierten en “noticia”, pero descontextualizadas. Su objeto es “santificarlas”, pues no aclaran que en el momento de la tragedia estaban “embriagándose” con su victimario, ¿qué hace una mujer, una adolescente, en calles y plazas a las 03 de la madrugada y ebria? La UNODC (2017) sustenta que en la última década (populista) el 63,9% de las mujeres consume más alcohol.

En colegios, universidades etc., a guisa de “rescate cultural” el alcohol desenfrena una anarquía emocional (erótica) producto del aprendizaje por imitación fomentada por los “mayores”. ¿Por qué son madres? Simple, no están educadas para controlar sus instintos (morbosos, reforzados por las RRSS) y muchas creen que un hijo es como una mascota, parte de la moda. Por calles y plazas se ve a jóvenes caminar “pegaditos”: espalda femenina con pecho masculino en un comportamiento morboso y poco moral y nadie dice algo, quién va decir algo, si ello es penalizado. Ay del que intente “disciplinar” a los “intocables” imberbes. Las autoridades hablan de derechos humanos, pero confunden –a ellas- con relaciones de poder desiguales, subordinándolas al poder del “hombre”. ¿Qué se puede esperar si Evo Morales cuando se dirige a ingenieras petroleras (perforadoras) las llama “perforadas”, o se jacta de quitarles el calzón a sus ministras”? Citar otros ejemplos, es vano.

Toda una generación pérdida (12 años de populismo), que se solaza con actitudes filo eróticas, morbosas, crisis moral, ausencia de valores que –en muchos casos- generan adolescentes violentas y que –lamentablemente- fomentan la violencia física, sexual, verbal o psicológica. ¿Citar estadísticas?, para qué. Desestiman el carácter violento de su pareja y alienadas (los emulan) se jactan –ellas- de “valientes”, confiando en esa entelética “equidad de género”, para terminar muertas. Por favor, ¡basta de hipocresía! Ah, pero, también hay mujeres dignas, con valores, que intentan prevenir –como pueden- esta violencia. adoptando -sin esperar mucho del patriarcado- acciones preventivas. Pero, ¿están educadas institucionalmente para tomar esas acciones? La respuesta es NO, aunque las mujeres saben que muchos varones (hombres) son patológicamente violentos. Por lo que deben asumir su responsabilidad: deben “auto-educarse”.

Las mujeres dignas deben iniciar acciones preventivas advirtiendo el “empoderamiento” (de 12 años) de torpeza: abuso, menosprecio, “racismo” neo-colonial y filo-fascista ya que ¡le meten nomás! Esperar prevención por parte del sistema patriarcal (populista) es ficción –excepto en papeles, como la ley 348 o 263. O como ahora, recién frente al incremento de los feminicidios “utilizan” (sin respeto alguno) estas tragedias –electoramente- para promover las elecciones para magistrados, defenestran el NO del 21F, conminando: ¡la violencia debe ser erradicada, pero ya!

El autor es Director del Centro de Investigación, Servicios Educativos y de Comunicación (CISEC).