Eran alrededor de las nueve y media de la noche del pasado lunes cuando Art Denny recibió un mensaje de texto de una vecina que decía: "Salid de ahí". El fuego bajaba por el monte de enfrente de su casa de campo en Santa Paula, en los alrededores de Ventura, California. El viento era muy fuerte. Su esposa y su hija de 19 años se fueron de la casa. Él las acompañó a casa de un vecino y trató de volver a defender su parcela, donde tenía un depósito de 10.000 litros de agua con el que pensaba combatir las llamas. Llegó tarde. El fuego saltó la carretera en un momento. "Cayó un torbellino de fuego y no pudimos hacer nada", decía este sábado frente a los restos calcinados de su casa. "Había oído hablar de ello, pero no lo había visto nunca. Era literalmente un torbellino de fuego".
Escenas como esta se repetían en las pedanías de las montañas alrededor de Ventura, una ciudad turística en la costa una hora al norte de Los Ángeles. El fuego que comenzó el domingo pasado en la zona ha quemado ya 60.000 hectáreas (la superficie de la ciudad de Madrid) y el sábado estaba controlado en un 15%. (Tomado de EL PAÍS)