“Método para estimular el estado de sueño natural”

• Nuestras manos pueden propiciar el flujo de la bioenergía existente en nuestro cuerpo y en la energía que le rodea.

• Conocer la polaridad de nuestro cuerpo es indispensable para poder provocar el flujo de una energía profunda que existe en el cuerpo y que produce algunos efectos interesantes como el de provocar un estado de tranquilidad, produce también una sensación de equilibrio y de paz y lo más importante, puede desbloquear los meridianos por donde fluye nuestra energía vital.

• Solo se requiere hacer el ejercicio apropiado por un tiempo mayor a seis minutos y el efecto de dicha energía se lo puede sentir; pero existe una pequeña salvedad: se debe estar en estado de simpatía para que fluya dicha energía pues si estamos en estado de antipatía el estado de bloqueo de conciencia se intensifica y la molestia se hace aún mayor.

• Ahora vamos al ejercicio con el cual podremos dormir una siesta profunda cuando lo decidamos o podremos hacer el ejercicio por si hemos caído en la adicción de las pastillas para dormir.

• Nuestro inconsciente no quiere dormir cuando nuestra vida no está bien o nuestra conciencia no está en estado de verdad; debemos recordar que las mentiras son creaciones esclavizantes generadoras de mucho karma para las personas que la practican y si no se las enmienda y retribuye, producirán sus efectos a su debida hora y en su mejor oportunidad y es por esa razón que es mejor hacer que la meta de nuestra vida sea siempre la verdad; por esta razón, si quiere dormir bien, comience por aceptarse a sí mismo, por aceptar sus errores, terquedades y metidas de pata y tome la decisión de hacer las cosas de acuerdo a la verdad de la vida, del pensamiento y del universo.

• Este es el ejercicio: Con el cuerpo recostado y suelto: friccione sus palmas hasta calentarlas, coloque su mano derecha en su pectoral izquierdo, su mano izquierda en su pectoral derecho, haga unas dos respiraciones bien profundas con el abdomen y luego suelte su respiración voluntaria y observe, con los ojos cerrados, con los ojos de su conciencia, el ritmo respiratorio que se produce en su pecho y después de ese paso, concéntrese primero en su palma derecha hasta que note una sensación de calor, de tranquilidad y un ligero movimiento como si algo estuviera pulsando dentro del cuerpo; haga lo mismo con la mano izquierda y luego proceda a quedarse tranquilo y en paz, siga relajándose dejando que la energía haga su trabajo y cuando menos lo piense, ya estará dormido.

• Si practica este ejercicio dos veces al día en los momentos que prefiera, sus sensaciones de preocupación o de estrés acumulado irán disminuyendo poco a poco, gradualmente y su carácter se volverá más tranquilo y pacífico.

• Si desea tener una conversación con el autor o una consulta acerca de cualquier problema de su vida,  llame a los teléfonos del encabezado  (72513317-2488284-66959829), los problemas sólo se resuelven cuando se los afronta con seguridad.