El simbolismo del que se hace uso y abuso en estos 11 años, es escenificado nuevamente en la plaza Murillo, con la réplica de la casa donde el presidente Evo Morales vivió su niñez y adolescencia, en la región de Orinoca, Oruro. Con esa casa sencilla, por imitación de la original, en el presente período navideño queda plasmada la intencionalidad de significar que don Evo Morales es un mesías, un salvador, acreedor al tributo y devoción del pueblo, al igual que el cristianismo lo hace con el Nacimiento. Estamos ante un exceso egocéntrico y de alarde de adulonería, al extremo de constituirse en un irrespeto al pueblo creyente y de divinización, por el afán de equiparación a Jesús.
A la vez, es un agravio a La Paz al ubicar la réplica en la plaza más emblemática de la ciudad y que reservada a homenajear a los manes de la Patria, cobra el carácter de espacio cívicamente sagrado.
Después de la aparición de la obra y ante la protesta pública se acudió a designarla como “casa de los deseos”, bajo supuestos poderes mágicos y de talismán para conferir suerte. Por estar directamente personalizada, se supondría también los mismos poderes esotéricos y sobrenaturales al Primer Mandatario, a quien toca rechazar la jactancia con la humildad de un ser humano dotado de virtudes y defectos como el resto de sus semejantes. En rara coincidencia con las fechas de festividades católicas, aparecen diversos cultos originarios sobrepuestos a las anteriores y de data presuntamente precolombina, cual ocurre con la Semana Santa, San Juan, Carnaval, etc. Ahora se nos sorprende con los días 21 y 24 diciembre dedicados a los “deseos” -en época de Navidad- con lo que se pretende cambiar de rostro a su verdadera finalidad.
Para el efecto, se organizó un acto junto a la casa mencionada y al árbol del Nacimiento en la misma plaza, en clara apropiación de una festividad de la liturgia cristiana a fin de convertirla en política, ocasión en la que se escuchó repetidas alabanzas al presidente, en su presencia, la del vicepresidente y ministros. Como marco de aplausos se movilizó a las bases masistas y en función de un toque de ternura a algún orfelinato.
Este hecho linda en oportunismo religioso, ya que la cúpula gobernante y sus allegados íntimos realizan ritos cósmico-aymaras para los achachilas, pachamama, etc., siendo francos cultos de tipo religioso. Las “koas” tienen lugar en el mismo Palacio de Gobierno, actos que nada tienen que ver con la fe cristiana. Se percibe una doble moral frente al ámbito espiritual de la mayoría nacional, ámbito en el que se custodia los valores de piedad, perdón, humildad para practicarlos sinceramente y que rodean la recordación del nacimiento del Salvador.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |