Fundación Amigos de la Naturaleza
• Pese a sus efectos contaminantes, el chaqueo es una práctica que continúa en el país y es una de las principales causas de incendios forestales
Entre el año 2000 y el 2015 en Bolivia se quemaron más de 35 millones de hectáreas de bosque. Según distintos documentos y opinión experta, gran parte de esos focos de calor se debe al chaqueo para actividades agropecuarias. Pese a sus efectos contaminantes, esta práctica está vigente en el país y es una de las principales causantes de incendios forestales. La quema de pastizales contamina el medio ambiente y hace que el país esté entre los principales del mundo en la producción de CO2 per cápita.
En la actualidad existen al menos cuatro alternativas –manejo sostenible de pastizales, uso de leguminosas, sistemas agroforestales y producción integrada de la propiedad rural– en vez del uso del fuego para mejorar las condiciones de los suelos.
Datos obtenidos a través de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) dan cuenta de que los departamentos de Santa Cruz y Beni son los más afectados en los 15 años señalados. Esta organización establece que en el país los incendios están influenciados “por las crecientes presiones humanas vinculadas al uso del suelo, donde el fuego es una herramienta ampliamente utilizada”.
Por otra parte, en una entrevista concedida a Brújula Digital, el responsable internacional del Programa Amazonía sin Fuego (PASF), Roberto Bianchi, explicó que el 99% de los incendios en esta región se da por la actividad humana. “La ganadería y la agricultura familiar producen el riesgo del origen de los incendios forestales”, afirma.
Este especialista añade como factores para propiciar el fuego descontrolado a la expansión de la frontera agrícola y el desmonte del bosque. Hace hincapié en que las prácticas pecuarias o ganaderas también contribuyen de gran manera al problema.
Asimismo, Bianchi afirma que mientras en la región amazónica –que comprende ocho países– las prácticas agropecuarias influyen bastante en los incendios, en otras partes del mundo la actividad de incendiarios (con premeditación por lucro o maldad) y pirómanos (que tienen una tendencia patológica a crear incendios) es el común denominador para estos hechos.
Para Lorenzo Soliz, investigador y miembro del Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica, lo que se debería hacer es manejar los recursos naturales según la vocación y el potencial de la tierra (zonas aptas para agricultura, ganadería, etc.). “Hay que avanzar a la agricultura sin quema, es un desafío en el país”, sostiene este especialista.
El sistema de monitoreo y alerta temprana de riesgos de incendios forestales, herramienta de la FAN disponible en Internet, da cuenta de la constante existencia de focos de calor en el país. Según datos consultados en esa plataforma, tan solo en la última semana de noviembre de este año se identificaron 2.569 focos de calor en Bolivia.
ACTIVIDAD PERMITIDA
En la actualidad, la quema para actividades agropecuarias está permitida en el país. El artículo 29 de la Ley de la Madre Tierra establece como bases y orientaciones del Vivir Bien “Regular, monitorear y fiscalizar los niveles de contaminación atmosférica por quemas, emisiones de gases de efecto invernadero…”, pero no prohíbe esta práctica. En tanto que el artículo 42 de la Ley 1.700 tipifica como un delito forestal la quema en áreas forestales sin autorización o sin cumplir la observancia de las regulaciones de quema controlada.
Uno de los últimos antecedentes se dio el 26 de octubre de este año. En esa fecha la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) aprobó mediante la resolución administrativa número 185 el nuevo “Manual de desmonte, mantenimiento de campo de pastoreo y quema controlada”. En dicho documento se plantea que la autorización de quema controlada de pastizales tendrá una vigencia de uno a cinco años y que se dará la autorización “cuando las condiciones climáticas así lo permitan”.
El diputado del Movimiento Al Socialismo Walter Roque, vocal del Comité de Agricultura y Ganadería, admite que como Estado se tiene que trabajar más en la prevención de las quemas y que la contaminación ambiental es algo que preocupa a la ciudadanía y a los legisladores. Comenta que, pese a que existen sanciones, la falta el control de algunas gobernaciones y municipios no contribuyen a reducir los riesgos.
BÚSQUEDA DE ALTERNATIVAS
Unas 35 millones de hectáreas de bosque se han quemado en Bolivia entre los años 2000 y el 2015, como un primitivo mecanismo de habilitación de tierras agrícolas. Entre las alternativas para mejorar las condiciones del suelo, en prácticas agropecuarias, y evitar el uso del fuego está el manejo sostenible de pastizales, el uso de leguminosas, los sistemas agroforestales y la producción integrada de la propiedad rural.
Estas son propuestas del PASF, aunque no son exclusivas de ese programa. Por ejemplo, la implementación de SAF es una alternativa promovida bastante en el país por organizaciones como el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).
Para el investigador Lorenzo Soliz, los sistemas agroforestales son además una alterativa para el desbosque. En este tipo de método los productores diversifican la producción y crean microbosques en sus parcelas. Con ello, se evitan prácticas de quemas porque la tierra se aprovecha de manera constante.
Sobre el manejo sostenible de pastizales, en un documento del PASF se explica que se trata de la subdivisión de un determinado lote en parcelas donde el ganado va rotando por períodos y el pasto se recupera sin necesidad de recurrir a la quema. A su vez, se dice del uso de leguminosas, como la mucuna, que aportan nitrógeno al suelo y ayudan a su conservación, además de combatir las malezas. En tanto que la producción integrada de la propiedad rural consiste en una integración entre plantas y animales dentro de una parcela familiar.
Como parte de la capacitación en la temática y como muestra de la relevancia del tema, este año se inauguró el Diplomado en metodologías alternativas al uso del fuego en la Universidad Autónoma del Beni y la Universidad Amazónica de Pando. Este programa de formación, que tiene como módulos “Manejo adecuado del fuego, los efectos del fuego en los sistemas de vida y sus habitantes” y “Alternativas al uso del fuego en sistemas agropecuarios, forestales y silvopastoriles” fue promovido por el viceministerio de Medio Ambiente en coordinación con el Programa Amazonía sin Fuego. (ANF-Brújula Digital)
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