En años anteriores al 2006 las mujeres del norte de Potosí cargadas de sus hijos se trasladaban a La Paz en reducido grupo, actualmente vemos que esa cantidad aumentó. Por las fiestas de Navidad su migración obedece a la necesidad imperiosa de obtener algún dinero para su sustento momentáneo; se obligan a mendigar casi en todas las capitales del país. El municipio de La Paz las acoge en un dormitorio común.
El ex ministro de Economía había expresado que Bolivia genera el dinero necesario para disminuir la extrema pobreza. Pero no se advierte esa disminución. En el territorio se dan manifestaciones de pobreza por razones marginales que producen desocupación y asaltos. En cambio dentro de la estructura del subdesarrollo, la pobreza y la miseria son masivas, parte intrínseca de la sociedad y la economía. En el país el 63,6% de la población es pobre, el 15% no lo es y el 5% tiene ingresos como de países desarrollados.
En el área rural de cada 100 habitantes 53 están inmersos en la pobreza. El 47% de la población indígena está en la miseria. De cada 10 personas, 6 viven en la pobreza y 4 en la extrema pobreza. En el campo, el 90% es de menores que viven en la pobreza y otros se dedican al cultivo de la castaña en Riberalta y trabajan en la zafra y minas de Potosí y Oruro para ayudar a sus padres. Cientos de menores abandonados viven o trabajan en las calles.
Antes del 2006 con Bs.1 se compraba 4 marraquetas, ahora solamente 2. Uno de cada 10 personas subsiste con Bs.9. Nuestra pobreza es un problema estructural que afecta a miles de familia por la falta de fuentes de trabajo, especialmente para jóvenes y señoritas profesionales.
El FMI y el BID siempre nos han exigido mostrar resultados concretos de la lucha contra la pobreza para acceder a programas de alivio de la deuda externa. El BM expresa de que Bolivia hace lo necesario para combatir la extrema pobreza a pesar de que el fenómeno social crece y siempre los más pobres son los que sufren más.
Se ha dicho que Bolivia después de mucho tiempo tiene las prioridades más claras, que no son otras que reducir la pobreza angustiante, luchar contra el narcotráfico y la corrupción en esferas gubernamentales, castrenses, policiales, judiciales. Y una pobreza conmovedora lacerante es la invasión de potosinas y sus pequeños hijos que sufren hambre.
El BM dentro de su programa Alianza Estratégica apoya a Bolivia en su lucha contra la pobreza con miles de dólares. El BID con su financiamiento anual nos otorga también otra suma. Otros países hacen lo propio y ¿a dónde va esa plata? El presidente Morales a principios de su gestión dijo que iba a erradicar la pobreza, en 12 años de gestión aún no se concreta esa promesa.
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