Funcionarios públicos son amenazados

Son amenazantes las declaraciones de algunos dirigentes sindicales de los movimientos sociales que agrupa el Movimiento Al Socialismo (MAS), en sentido de que los funcionarios públicos que no asistan a la proclamación y repostulación de Evo Morales Aima, como único candidato presidencial de Bolivia para el período 2020-25, que se realizará en la ciudad de Cochabamba el sábado 16 de diciembre, “serán echados de su cargos”, porque “quienes no están con el proceso del cambio, tampoco pueden estar al lado de Evo”.

Y el ciudadano común boliviano no puede menos que recordarles “a esos dirigentes sindicales de los movimientos sociales”, por un lado, que la Administración Pública del Estado Boliviano no es de algún partido político en funciones transitorias de gobierno, mucho menos de quienes, por el simple hecho de estar ocupando los cargos de diputados y senadores, se atribuyan los cargos de capataces o comisarios de pueblo, para querer manejarnos como recua de burros o llamas. Los funcionarios públicos, entiéndase bien, son ciudadanos que con sus conocimientos profesionales o empíricos han contribuido en el pasado, contribuyen en el presente y, por supuesto, seguirán contribuyendo en el futuro al régimen gubernamental de turno, sin importar sea su ideología política. Por ello los funcionarios públicos son y siempre deben ser, por sobre todas las cosas, “apolíticos”. En caso contrario, supondría que no estamos viviendo en un país democrático, sino bajo un régimen totalitario que así como no respeta los derechos de la ciudadanía, tampoco muestra respeto por la Constitución Política del Estado. Y los bolivianos conscientes del devenir de nuestro desgraciado país, Bolivia, creemos que todavía no hemos caído en la desgracia.

Tampoco comprende el ciudadano común boliviano “de qué proceso de cambio se habla”. Es que ante la cruda realidad de las cosas, pareciera que por alguna maldición hemos retrocedido en el tiempo, a la época en la que desgraciadamente sobrevivíamos bajo el régimen de Paz Estenssoristas (1952-64), es decir 12 años bajo las sombras del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), que también agrupaba en sus filas a milicianos y barzolas, que eran los brazos represores del pueblo boliviano. Y su jefe indiscutible, como se autonombró, también se creía el elegido por el destino para ser “el único hombre capaz de gobernar Bolivia”. Él impuso el dicho: “Víctor Paz, un solo hombre, un solo pensamiento, un solo ideal”. Y fue tal su ego, que caprichosamente lo llevó a aferrarse a la re, re, repostulación presidencial, pero, como todos sabemos, ese único hombre finalmente perdió la soga y la cabra.

Y quién diría que después de transcurridos 53 años (1964-2017), ya nadie se acuerda de ese único hombre. Así nomás había sido la vida, ¿verdad?