Giovana Patricia Castro Revollo
Mucho hay que decir de esta palabra mágica que se llama amor, más que escribir, hay que sentir.
Sentir ese breve instante de mi respiración y tú respiración, que terminan haciéndose un aire de melancolía, que pretende convertirse en dos, con un espacio entre medio catapultado en dolor.Así es como todos comprendemos el amor, relacionándolo con un sentimiento de alegría, apego y sufrimiento, abrazado a una canción que después representa nuestra separación.
Sin embargo, cuando trabajamos en esa conciencia del ser, encontramos que “el AMOR”, es una sensación de unidad con tu propio ser y con el de los demás, es un instante detenido en ti mismo, sintiendo tu presencia divina y absoluta conciencia, para fusionar con la energía majestuosa del origen de la humanidad, que es el vacío, la nada al mismo tiempo presencia.
Es esa constelación de margaritas coloridas y claveles combinados con el verde de las hojas, que bailan en el logaritmo de fantasía.
El amor funciona de acuerdo con la realidad que te circunda, imaginas a través de tus pensamientos un futuro incierto de pasión desenfrenada, amor y celos.
Para algunos es un encontrarse y terminar en donde empezaron. Para otros es un terminar y volver; girar en un círculo vicioso que les mata poco a poco, sin remedio; en esa idea está su éxtasis, su placer, ese es el objeto de su “AMOR”.
Algunos pensarán que el “amor” es el compañerismo de una vida, aguantando todo tipo de vejámenes por miedo a estar solos con ellos mismos.
Otro dirá que el “amor” está basado en la justificación; que el “amor” es un recuento de sufrimientos acumulados a lo largo de su vida, sintiéndose felices por haber aguantado al pie del cañón.
Déjenme decirles que para mí el “amor” es un despertar en la mañana y reconocer estando en mi cama, que estoy más viva que nunca. Que puedo vivir ese instante en un estado de presencia, siendo dueña y señora de mi mente, he logrado en esta vida unirme a ese vacío llamado Dios, convirtiéndome en liberadora de la esclavitud a la que he estado sometida por muchas horas eternas.
Amor es una mañana que me llama a abrazar con calma a ese ser que me acompaña, a la que le han llamado Giovana, mi esencia pura, mi luz de esperanza, es lo que mueve el poder que tengo en el interior de mi alma.
Todos tenemos ese poder, es innato en nosotros, solo debemos descubrir la intimidad de ese ser, siempre en observancia, instante de “amor” profundo, poder absoluto, unión con el cosmos, mezclados en esa energía de la nada.
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