En visita “encubierta” efectuada por EL DIARIO con personeros de la Intendencia de El Alto, se pudo evidenciar el drama que viven jóvenes mujeres consumidoras de clefa que viven en situación de calle y se dedican a la prostitución ilegal.
Uno de los sectores es el pasaje Tiwanaku y las calles adyacentes al Reloj en la Ceja, donde se ubican cerca de cinco a siete alojamientos.
Muchachas entre 16 a 19 años quienes constantemente inhalan tinner, fuera de estar al pendiente de mantener el frasco de este componente químico cerca de sus fosas nasales, buscaban la manera de poder conseguir “clientes”, con la finalidad de lograr cerca de Bs 50 a 40 para mantener no solo su vicio, sino para obtener un lugar donde dormir en una cama.