Fallas de información

Sobre todo si quiere ser candidato de nuevo, contra la voluntad del pueblo y contra la constitución, el presidente Evo Morales necesita mejorar equipos de información.

Si vas a pedir una reunión con el Papa de Roma, no hagas que tu parlamento apruebe una ley que autoriza el aborto, porque el Santo Padre podría pensar que eres un Santo Macarro.

Tus empleados deberían saber que la Iglesia católica no aprueba el aborto. Es una cuestión de principio. No le puedes pedir a una institución que tiene 2.000 años de existencia que deje pasar ese descuido. Un porteño, como Bergoglio, diría que se trata de una chambonada.

De ahí que decidió concederte sólo 28 minutos. El lenguaje del Vaticano está hecho de mensajes, como copiando las parábolas de un palestino famoso. No llegar a media hora de audiencia es grave, según los vaticanólogos.

Otro error, producto de mala información, es haber ido a Brasil para hablar del corredor ferroviario bioceánico cuando ese país está a punto de firmar un acuerdo para otro tren, que descarta al corredor. Y con los chinos.

Mientras los informes sobre la visita a Michel Temer se esmeraban en repetir supuestas promesas, el señor Temer estaba preparando una reunión con una delegación china para construir dentro de Brasil un ferrocarril que hará posible llevar la soya hacia el puerto de Ilhéus, en Bahía, de donde podrá partir al Asia por diferentes rutas. Atravesar la cordillera de los Andes no es muy atractivo para los brasileños.

La noticia del acuerdo para el ferrocarril hacia Bahía se dio cuando el presidente Morales estaba hablando con empresarios alemanes y austriacos deseosos de vender cualquier cosa a un gobierno derrochador. Los coreanos han demostrado que aquí se compra todo, incluso plantas petroquímicas que no funcionan, pero que han tenido precios muy altos, que incluyen las comisiones. Y los austríacos lo saben mejor, como se ve con el enredo de teleféricos que se instalan, sin ton ni son.

El embajador en el Vaticano debería haber informado, para quien no lo supiera, que la Iglesia católica no aprueba el aborto, ni siquiera ante casos que podrían justificarlo con retroactividad.

Y el embajador en Brasil debía haber informado del tren chino a Bahía. Algo de portugués tendría que saber ese “diplomático”.

Son fallas que deberían ser evitadas.

Vacaflor.obolog.com