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Adolescente Dayana

Prostitución sólo por mantener vicio

• Víctima del alcohol y el thinner relata la actividad que realiza para sobrevivir y mantener la dependencia del alcohol y el thinner.


Algunas jóvenes perdieron la esperanza en la vida y no les importa usar protectores para ejercer su actividad callejera.

"A nadie le interesa que me destruya", es una dura aseveración de Dayana, quien a sus 19 años, pero con un cuerpo que parece de 16, asegura que ejerce la prostitución callejera sólo para mantener su vicio al thinner y alcohol.

Dayana, es parte de un grupo de cinco adolescentes, de los cuales tres son mujeres y dos jóvenes, los más mayores son quienes las "protegen", sobre todo cuando existe la presencia de efectivos policiales, según ella, los guardias son abusivos porque constantemente las requisan, las despejan el pasaje Tiwanaku, donde ella, al igual que sus compañeras han establecido su lugar de captación.

CONTROLADAS

“Solo en dos horas, por las mañanas y dos horas, en la tarde puedo estar en este lugar, no le puedo decir mucho, porque se van a enojar conmigo y van a pensar que estoy dando alguna información, me pueden pegar", explicó con miedo. Dayana, quien constantemente ve de reojo que los dos jóvenes que las controlan, no se acerquen donde ella, porque para ellas si uno no paga para obtener sus servicios, solo está perjudicando o genera riesgos en contra de su grupo, si comenta cómo deben sustentar su estadía en la calle.

A diferencia de otros grupos o personas en condición de calle, que presentan su ropa descuidada o sucia, Dayana lleva consigo una calza negra y casi tres prendas más que le protegen la parte superior, pese al agradable clima que había el pasado martes, ella indicaba que sentía frío y que debía seguir caminando por el pasaje, con la finalidad de conseguir algún cliente.

RIESGO TOTAL

A medio metro donde estaba parada Dayana, quien ofrecía su trabajo de "compañía sexual", se ubica un alojamiento, el cual permite que cualquier persona que cancele Bs 45 (momentáneo) pueda ingresar, no exigen documentación, tampoco pregunta el porqué de la estadía, solo entrega las llaves de uno de los cuartos que es ocupado por ella y su circunstancial acompañante.

Cuando es consultada si hace uso del condón en sus relaciones sexuales, la respuesta de ella es muy directa, "depende, generalmente a los hombres no les gusta utilizar condón y yo no tengo problema con eso. Pocas veces voy hacerme ver con los médicos del CIES, solo cuando puedo conseguir más dinero, pero generalmente no, a nadie le importa, si uso o no", aseveró.

MÁS DE 200 ADOLESCENTES

Dayana es una de las 213 adolescentes que viven en condición de calle, según los registros de la Fundación Munasim Kullakita. Pero ella prefiere decir que no siempre está en la calle porque suele retornar a su casa, solo para lavar su ropa, saber cómo está su mamá y luego huir cuando llega su padrastro, porque los conflictos con el consumo de bebidas alcohólicas y violencia al interior de su hogar no han sido superados, pese a las tantas veces que denunció a la Defensoría de la Niñez de su zona, pero ahora que ella es mayor de edad, solo reconoce a sus amigos con los que vive en la calle, como la única posibilidad de sobrevivencia.

"Prefiero quedarme con ellos, ellos son igual que yo y saben cómo vivimos", asegura Dayana, en el momento de acabar la charla, de forma abrupta elige pasar al frente y perderse entre los quioscos del comercio informal, su huida fue rápida, sin tiempo para agradecerle su sinceridad, pero antes de darme cuenta, la razón de su actitud es porque observó la llegada de un grupo de cuatro uniformados policiales, quienes hacen su recorrido por el pasaje, siendo este el factor por la que Dayana y otros consumidores de Thinner, abandonan el lugar, pero la conversación, permitió evidenciar que las adolescentes en condición de calle, no solo se internan al comercio sexual, sino que reconocen que por Bs 70, pueden no hacer uso del condón, factor que genera riesgos en la salud pública.

VIH-SIDA

El 60% de los 213 adolescentes, según Munasin Kullakita ejercer el comercio sexual y de esa cantidad el 95%, no solo se encuentra infectado con VIH-Sida, sino que por factores de tiempo, recursos y prioridades, no se someten a los controles médicos y menos a tratamientos permanentes del consumo de retrovirales, de acuerdo a los propios datos de Crvir/ITS-VIH-Sida, este factor no solo genera la propagación de las enfermedades de transmisión sexual, sino la posibilidad de ampliarse cada año con un incremento de infectados con VIH, que para este año llegaron a un 22%, afectando a la población joven de 15 a 24 años con mayor intensidad.

 
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