La Paz es víctima de zancadillas

Es indignante el trato que recibe la otrora primera ciudad de Bolivia por abusos, odio político, atropellos y mala voluntad. Los residentes paceños en Santa Cruz una vez dijeron que La Paz ha sido convertida en el patio trasero del MAS. Las mujeres indígenas afines al Gobierno han tratado de cambiar el nombre de la plaza Murillo por Túpac Katari y Bartolina Sisa y en honor a Evo Morales con el nombre de “22 de enero” en homenaje al día de fundación del Estado Plurinacional. Querían bajar de su pedestal a Murillo y reemplazarlo con Katari y Sisa. Hasta un amauta “historiador” de pocas luces se permitió expresar que “la revolución paceña de 1809 fue ideada, planificada y sustentada ideológicamente desde la ciudad de La Plata y Murillo era analfabeto que escasamente sabía firmar”.

No solo eso, Evo ha propuesto cambiar el nombre por Chuquiago Marka y por si fuera poco, hasta un pesebre es réplica de la casa en Orinoca de Morales, con similitud con el Niño Jesús, con falta de respeto a la fe cristiana. Ni el majestuoso Illimani se salva, porque a sus pies hacen excavaciones ciudadanos chinos que extraen minerales. Pero, nadie dice algo. La Paz está huérfana de dirigencia cívica. La Brigada Parlamentaria de La Paz, senadores y diputados con dietas de más de 3 mil dólares, solo levantan el brazo.

La sede de gobierno ha sido dañada en su aspecto urbano, destruyendo su estética del casco viejo colonial, burlando ordenanzas municipales, subestimando el Palacio de Gobierno que tiene rico historial desde 1551, con estructura arquitectónica de estilo europeo y colonialista, llamado también Palacio Quemado, que por una subversión fue incendiada en 1875 y por ella pasaron mandatarios letrados e iletrados. Ahora se lo quiera convertir en museo y destruir inmuebles coloniales para su actual construcción faraónica de 28 pisos, con helipuerto, sauna, gimnasio, a todo lujo, cuyo costó será de 36 millones de dólares, llamada la Casa Grande del Pueblo, y otra edificación para la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Son gastos dispendiosos, ese dinero podía haberse invertido en educación, no hay suficientes escuelas ni colegios, el 40% de bachilleres no ingresa a la universidad. Más de 18 mil maestras y maestros egresados están sin trabajo. En Salud con una ministra inepta no hay suficientes hospitales. Los existentes con infraestructura vieja son una calamidad.

En síntesis, en el concierto de departamentos primero está la pujante Santa Cruz, luego Cochabamba y después La Paz, víctima de marchas, paros, bloqueos, huelgas, con manifestantes que obstaculizan el tránsito de vehículos y peatones. No obstante, el Gobierno pide invertir a empresarios nacionales y extranjeros, es como pedir peras al olmo. Ante el caos, inseguridad jurídica y ciudadana es dudoso que arriesguen capitales en una ciudad conflictiva.

La Cámara Nacional de Industrias pide al Gobierno políticas efectivas ante el deterioro de la actividad industrial. A ello se añade la actitud de masistas con caretas de cívicos, incrustados en Fejuve con afanes desestabilizadores contra la gestión edilicia; piden acortar el mandato del alcalde paceño y anular proyectos como la construcción de viaductos, puentes, avenidas y servicio de pasajeros en modernos buses. También los enemigos de La Paz piden la revocatoria de la dinámica alcaldesa de la ciudad de El Alto.