El retorno al tiempo de las cosas pequeñas tiene como efecto la aparición de conflictos y problemas domésticos que provocan crisis sin solución y, finalmente, que un país no evolucione y esté condenado a girar en un círculo vicioso en forma permanente, sin posibilidad inmediata de salir del pantano en que se encuentra.
Esa visión sin perspectiva histórica, que con frecuencia más mira al pasado que al futuro, tiene características económicas que se reflejan en aspectos políticos, aunque, algunas veces, la práctica política se desarrolla de manera independiente y produce pensamientos exóticos, fantasiosos y hasta absurdos que, como no responden a la realidad, conducen al fracaso, resultado que confirma que los proyectos eran falsos o erróneos o los dos a la vez.
En efecto, un asunto de mínima cuantía considerado desde ese punto de vista conduce a victorias pírricas o a callejones sin salida y derrotas irreversibles, lo cual puede atribuirse a actitudes de intransigencia personal o partidaria, carencia de flexibilidad y desconocimiento de las leyes de la política, aunque en otras oportunidades, las frustraciones se las atribuye a factores externos, cósmicos, al “imperio” y otras lindezas.
Al respecto esa apreciación sería similar al reciente conflicto originado en la promulgación del artículo 205 del nuevo Código Penal, asunto de relativa importancia que se masificó y creció en tal forma que puso al país al borde de una convulsión social, crisis a la que, además, se sumó otra cuestión que se desarrollaba desde días atrás, también originada por la falta de visión histórica, como fue el debate del proyecto de reforma al Código Penal, referido a autorizar nuevas causales para el aborto.
Pero la cuestión no son los problemas en sí mismos, sino el tratamiento erróneo que se dio al debate sobre esos asuntos y que hicieron estallar la violencia pública. Ese resultado calamitoso solo puede atribuirse a asesores llegados del más allá y a autoridades dogmáticas y fanáticas atrincheradas en la supuesta necesidad de imponer el principio de autoridad, cuando todo está contra ellas y, en especial, han caído en desesperación indisimulable y siguen en el tiempo de las cosas pequeñas.
Convertir un asunto pequeño en una crisis tan grande podría tener extraño origen, pero no es posible pensar que se llegue a esos extremos de culto reverencial al masoquismo. En efecto, tan grave crisis que dura meses y sigue sin solución pudo haber sido evitado con el veto a los nuevos artículos del Código Penal, actitud sensata que, en vez de originar mayor oposición el gobierno, hubiese conseguido alguna simpatía. Pareciera, pues, que aquí hay una mascota muy grande para una cola tan chica.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |