Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición cristiana denomina a los “magos”, denominación que recibían los sacerdotes eruditos, que luego del nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde esas lejanas tierras para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.​
En los evangelios canónicos solo el Evangelio de Mateo habla de estos “magos”, sin precisar sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Fue en el siglo III cuando se estableció que pudieran ser reyes, ya que hasta entonces, por sus regalos y las iconografías que los representaban, tan solo se consideraba que eran personas pudientes. También en ese siglo se estableció su número en tres, uno por regalo, ya que hasta entonces había dibujos con dos, tres o cuatro magos.​
LA TRADICIÓN
Esta tradición aún tiene sus repercusiones en nuestros días y es celebrada cada 6 de enero, en diferentes partes del mundo y con sus variantes, según el lugar donde se celebra, en algunos casos, sufrieron cambios, mientras que en otros se perdieron en el tiempo.
En esta festividad la imagen del Niño y la de los Reyes Magos eran las piezas más apetecidas en las herencias familiares, pero sólo la recibía la primera hija mujer de cada familia, quien continuaba con esta tradición año tras año.
En los periódicos de ese siglo había muchos avisos que ofertaban juguetes para el Niño Dios, desde autitos, trenes eléctricos, golosinas hechos en casa.
Cada familia debía hacerle un presente especial que era puesto a los pies del nacimiento (que para entonces no tenía pesebres ni animales) junto a los obsequios de años anteriores. De esa manera se formaba una muy singular “alfombra de regalos”.
En esa fecha, las visitas al Niño Jesús eran frecuentes y sólo después de recibir a los invitados se podía guardar las piezas hasta el próximo año.
Por otro lado, los niños más osados de la ciudad aprovechaban la fecha para ir a adorar al Niño Jesús con instrumentos hechos de tapacoronas a fin de recibir un “pago”, que consistía en una chirpa de pera, es decir, un envoltorio hecho en trama de pitas de cuero y acondicionado con paja.
FESTIVIDAD EN EL PRESENTE
Se afirma que desde que Papá Noel llegó, la Fiesta de Reyes empezó a desaparecer. Desde inicios del siglo XX en el cine mudo se presentó a este personaje extranjero, fomentando una nueva tradición en nuestro medio.
Actualmente, cada 6 de enero las familias suelen ir a misa cargando sus Niños y los tres reyes, pero no con el mismo afán de antes, ni con el mismo sentido de ostentación.
Esta es la única costumbre que se conserva desde entonces hasta ahora, pues ya no se compran regalos para el Niño Dios. Ahora se cree que la Fiesta de Reyes significa mucho más que dar regalos.
Si bien algunos consideran que en esta celebración se fomenta el consumismo, existen lugares en Bolivia donde se mantiene el sentido religioso.
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