La Iglesia Católica expresó ayer su preocupación por el conflicto social que continúa en Bolivia y cuestionó las medidas que se adoptan en la búsqueda de una verdadera justicia.
Durante la eucaristía dominical, el obispo de El Alto, monseñor Eugenio Scarpellini, cuestionó: “Qué estamos haciendo por la población en la construcción de una verdadera justicia”.
La aprobación del Código de Sistema Penal que en criterio del Gobierno permitirá resolver los problemas estructurales de la justicia en el país han derivado en una serie de conflictos y en un paro indefinido del sector salud que se prolonga por 46 días.
Ante este panorama, el prelado católico preguntó si “antes de castigar y victimizar” no sería prudente que la justicia “rehabilite, sea atenta con la persona, promueva un Estado de Derecho que defienda la vida, la familia, el trabajo y la diversidad de pensamiento”.
Durante la homilía dominical, Scarpellini hizo votos porque se ponga atención “de manera especial en la situación de los más pobres y desfavorecidos de la sociedad”.
En el proceso de la protesta médica contra el artículo 205 del Código del Sistema Penal diversos sectores alzaron su voz en contra de la norma y reclamaron por la vulneración de sus derechos.
Además del sector salud que ha rechazado la criminalización de la práctica médica, se han sumado las voces de protesta del transporte pesado que ha decretado un paro indefinido a partir de este lunes y otros sectores como gremiales y pequeños productores han anunciado movilizaciones.
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