Gobernación impulsa 600 hectáreas de cultivos en La Paz

Miles de productores en La Paz formarán parte de la producción agropecuaria quinua, alfalfa y pasto en 600 hectáreas en el sector altiplánico, según informes del director del Servicio Departamental Agropecuario de la Gobernación de La Paz, Edwin Mamani.

“Esto involucra a miles de productores, que están en proceso de consolidación de sus organizaciones productivas, porque ahora viene otra fase: la cosecha y luego la transformación y distribución de toda la producción, dijo Mamani.

Este trabajo aún se encuentra en proceso juntamente con las organizaciones productivas, la siguiente fase será la cosecha para posteriormente la transformación y distribución de todo el producto.

CULTIVOS

La producción de quinua está radicada en el municipio San Pedro de Curahuara, en el caso de la alfalfa será en Chacarilla y el pasto lo producirán en San Andrés de Machaca, cada uno con 200 hectáreas. “Con ello se pretende que La Paz ingrese a la agricultura de escala”, afirmó Mamani.

“En Chacarilla hemos plantado 200 hectáreas de alfalfa, que es un alimento básico para ganado, ovino, vacuno y camélido. Los cultivos están creciendo y tenemos prevista la cosecha para 2019, con tres cortes anuales, porque este cultivo es permanente”, agregó la autoridad.

Asimismo, señaló que en el caso de las comunidades de San Andrés de Machaca se cosechará hasta el 2019 con tres cortes al año por ser un cultivo igualmente perdurable.

Por otra parte, señaló que en la comunidad de Jalsuri, la quinua cultivada tiene una altura promedio de 60 centímetros: "Para abril y mayo de este año, está prevista la cosecha y estamos organizando ese proceso, junto con los productores”, recalcó Mamani.

SIEMBRA

Las familias productoras de las zonas mencionadas, juntamente con el Servicio Departamental Agropecuario, comenzaron el “roturado” de la apertura de surcos de la tierra para la siembra de quinua, alfalfa y cebada.

Según el director, el altiplano se ha convertido en zona de producción agropecuaria, minúscula y de subsistencia por las características geográficas de las áreas cultivadas y los procesos culturales poco explicados, además del “demorado” saneamiento y titulación de tierras.