Cómo corregir las relaciones desequilibradas

Cualquier relación de pareja puede ser evaluada por uno mismo para conocer el tipo de relación en la que se vive. Existen muchos tipos de relaciones, pero las categorías más importantes son: equilibradas-desequilibradas, veraces-aparentadoras o hipócritas, amorosas-esclavizantes o abusivas, sanas o enfermizas.

Como estos criterios de clasificación son arbitrarios, se los puede usar libremente para clarificar y determinar cómo es exactamente la relación de pareja en la cual vives. Una vez conocido el estado real de nuestra relación debemos hacer una lista de todas las comunicaciones injustas, de todos los tratos injustos y del grado de libertad que tenemos, para resolver nuestros problemas o para realizar nuestra superación personal con ejercicios mentales.

Con la lista de todos esos elementos debemos proceder a procesar esa información con el cuerpo recostado, totalmente relajado, con nuestra mente en estado de paz y preguntarnos cómo debería ser la relación en su estado correcto, cómo debería ser la comunicación en su estado correcto y cómo debería ser el trato de ambas partes. Cada respuesta que se vaya obteniendo se la deberá convertir en una nueva actuación comunicativa para producir una mejora en la vida relacional. Es importante recordar que nuestros subconscientes deben estar cargados con ideas o datos positivos para tener positividad como fuerza imprescindible para producir la mejora, de lo contrario, dos mentes negativas se causarán más y más dolor y en esos casos la actuación de una tercera persona capacitada en la positividad se vuelve imprescindible.

Tú puedes cargarte de positividad con el siguiente ejercicio mental: Recostado, con los ojos cerrados y cubiertos por alguna tela azul o negra, proceder a soltar todas las tensiones voluntarias, hacer diez respiraciones abdominales profundas, luego contar del diez al uno para soltar un poco las tensiones involuntarias y en ese estado de paz mental proceder a repetir primero en voz alta y luego solo con la mente por diez minutos o lo que haga falta el siguiente pensamiento: “Ahora me estoy llenando de paz, de fuerza y de positividad; perdono a mi pareja poco a poco”. Con la repetición de estos ejercicios de manera perseverante y por lo menos por dos semanas se logran mejoras y resultados significativos.