Delincuencia juvenil, problema por atender

La conducta delictiva en la población adolescente y niñez es un problema que tiende a extenderse de manera preocupante, en la mayoría de los entornos de interacción social. “Es como una plaga que se ha extendido por todas partes” expresa un estudio del Servicio de Políticas Sociales (Sedepos) - Programa especializado en adolescentes en conflicto con la ley.

Los hechos delictivos de mayor recurrencia cometidos por adolescentes tienen que ver con el robo, tráfico de drogas, violaciones, violencia callejera, amedrentamiento ciudadano. Los jóvenes responsables de estos actos provienen de entornos problemáticos, que con frecuencia implican violencia doméstica, consumo de alcohol y drogas y la pertenencia a pandillas.

Según el estudio “Niñas, niños y adolescentes de Bolivia”, efectuado por Sedepos y difundido por el Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (Unicef), 23% son menores con comportamiento problemático, habiendo sido condenados por robo agravado y un 14% por violación, le siguen a estos indicadores delitos vinculados al tráfico de drogas, violencia callejera, amedrentamiento ciudadano, además de otros.

Los adolescentes y niños que incurren en inconductas, la mayoría provienen de entornos problemáticos, que con frecuencia implican violencia doméstica, consumo de alcohol, drogas y la pertenencia a pandillas.

“Con frecuencia, las pandillas explotan a los adolescentes y les obligan a robar”, expone el documento que cuestiona a muchos padres y madres que prefieren abandonar a sus hijos, los que en última instancia encuentran en la delincuencia una estrategia de sobrevivencia.

ASUNTO PENDIENTE

Las condiciones de vida de la población adolescente, el ámbito de su relación con la ley, el desarrollo y aplicación de un sistema integral de justicia juvenil es un asunto que el Estado no se ha hecho cargo; la mayoría de los adolescentes que cometen alguna infracción a la ley aún son enviados a las cárceles de adultos, manifiesta el estudio.

“Esto significa que Bolivia tiene el compromiso de que la legislación sobre niños y adolescentes sea conforme con la Constitución y las normas internacionales. Más aún, implica que habrá una mayor comprensión de que el adolescente que comete una infracción también es víctima y que necesita una intervención especial para que pueda tener otra oportunidad de transformarse en un ciudadano”, según la publicación de Unicef.

ESTRATEGIA DE SOBREVIVENCIA

El drama social de la delincuencia en adolescentes se extiende con celeridad, sobre todo en las ciudades de mayor desarrollo surge como estrategia de sobrevivencia para esta población vulnerable, que en la mayoría de los casos termina en situación de calle, aunque los motivos por lo que tienen problemas con la ley son múltiples.

Desde el punto de vista sociológico, según el citado estudio, la actitud delictiva suele tomarse como un asunto exclusivamente individual. Sin embargo, este fenómeno es un reflejo de las carestías que enfrenta la sociedad.

Algunas de las variables con fuerte incidencia en el fenómeno de la delincuencia en general y en adolescentes de manera particular tienen que ver con el desempleo, falta de impulso al deporte, desintegración familiar, drogadicción, escolaridad y la indiferencia de las autoridades.

De todos estos factores, la principal causa generadora de delincuencia en adolescentes de las zonas urbanas es la desintegración familiar, en segundo lugar, la crisis económica y la pobreza, seguida por el consumo de alcohol y drogas.