Dos de los siete integrantes del grupo rebelde liderado por el expolicía Óscar Pérez, que fallecieron el 15 de enero en El Junquito durante una violenta operación de las fuerzas de seguridad, fueron enterrados de manera controlada por las autoridades y entre protestas de sus familiares, a los que les impidieron el acceso al Cementerio del Este (Caracas) anunció este sábado la diputada a la Asamblea Nacional (AN) Delsa Solórzano.
La ceremonia se realizó en medio de denuncias de que los familiares del expolicía Pérez no autorizaron el sepelio, mientras continúa la incertidumbre sobre qué se hará con el cuerpo del líder del grupo.