Dolor y desconsuelo en la despedida a Carla y Jesús

Un manto de flores blancas protegían los dos ataúdes, también blancos, donde yacían los restos de Carla Bellot y su novio de toda la vida, Jesús Cañisaire, a quienes sus familias y una multitud dolientes despidieron ayer en el Cementerio General. El dolor indescifrable de enterrar a dos hijos asesinados y vejados mantuvo en vilo y conmovió a toda la ciudad por 19 días.

El cortejo, que partió a las 15.00 horas de la zona Miraflores, pareció conmover hasta el cielo, pues una llovizna constante acompañó su camino hasta el lugar de su último adiós cerca de las 16.10 horas. A su paso, una vez más se oyó el clamor de “justicia y pena de muerte para los asesinos”.

Mucha gente que acompañó a las dos familias en el velorio y el entierro no conocía a la pareja de novios, pero tras el trágico hecho que envolvió su historia, la población asumió ese dolor como suyo y nuevamente destapó el tema pendiente de la inseguridad ciudadana y el reclamo de castigos más severos para violadores y asesinos: Pena de muerte.

La pareja de enamorados, que anunció el matrimonio para junio de este año, desapareció el primero de enero, luego de haber asistido al local Planta Baja, que pese a tener siete clausuras definitivas por parte de la Alcaldía, continuó funcionando en la calle Figueroa.

Luego de obtener el dato de uno de los implicados y tras 19 días de búsqueda, la Policía logró dar con los cuerpos, a 150 metros al interior del embovedado del río Orkojahuira, donde la familia León Fernández abandonó los restos de los novios envueltos en bolsas de yute.

NO ERAN AMIGOS

“No eran sus amigos” son las primeras palabras que Martha Bellot, hermana de Carla, expresa al notar a los periodistas que se presentaron a la funeraria de la avenida Bush donde los restos fueron velados ayer hasta las 15.00 horas.

Con frases entrecortadas, tratando de contener el llanto y las lágrimas de dolor, Martha Bellot vuelve a referirse al tema de la supuesta relación que existía con la familia León Fernández.

-¿Por qué dicen eso?, ellos no eran amigos (de Carla y Jesús), nunca se conocieron, a ese lugar (discoteca Planta Baja) los ha llevado su amiguita, ella tenía su chico en el grupo que ha tocado, nada más. Ella los ha llevado ahí, no se conocían con esa familia”, aseguró Martha.

En ese contexto, la familia expresó su rechazo a las versiones que diferentes medios televisivos difundieron el viernes luego de que se dio a conocer el hallazgo de los cuerpos.

Si bien la hipótesis que maneja el Ministerio Público señala que Carla y Jesús aceptaron la invitación de esa familia para continuar bebiendo en el domicilio de uno de ellos, para la familia es otra la verdad.

“Los han llevado dopados, mareados, así los han secuestrado, ellos no tomaban, y ellos dijeron que las seis de la mañana se iban a retirar, por eso no se puede creer lo que están diciendo”, aseguró Martha Bellot.

Cerca de las 15.00 horas, luego de la misa de cuerpo presente, el cortejo fúnebre partió hacia el Cementerio General donde la familia y una multitud doliente despidieron a los jóvenes de 25 años, cuyas circunstancias de la muerte aún están en proceso de investigación.

“¡Pena de muerte para los asesinos!” y “¡Justicia!” eran los clamores de cientos de personas que acompañaron los restos de los novios en medio de una persistente llovizna.

Los planes de Carla y Jesús de casarse, formar una familia, fueron truncados en la tierra por un grupo de asesinos, sin embargo, ni la misma muerte logró separarlos.