Han transcurrido 14 años de la insurrección del pueblo boliviano de Octubre de 2003, que culminó con la inmolación de humildes ciudadanos y centenares de heridos, por la reivindicación de los derechos de propiedad del petróleo ante el poder expoliador de las petroleras transnacionales, para que la empresa estatal petrolera sea la que dirija con eficiencia e idoneidad la dinámica productiva del oro negro.
NACIONALIZACIÓN
El DS Nº 28.701 de fecha 1-05-2006 de nacionalización de los hidrocarburos señala la recuperación total del citado energético a favor del Estado boliviano. Esta disposición causó algarabía y apoyo unánime por parte del soberano porque intuía que se avizoraba el cambio de la política económica extractivista, por la diversificación económica del país, por consiguiente con mejores condiciones de vida para la población boliviana.
VISIÓN CIUDADANA
Analistas, expertos e instituciones afines al tema energético hicieron conocer sus puntos de vista a través de la prensa nacional y por su importancia citamos algunos:
1.- Es una nacionalización sui géneris porque no se cumplió estrictamente con la ley.
2.- Se limitó a la adecuación de los nuevos contratos petroleros a la ley en vigencia.
3.- Se aplicó la ley neoliberal 3.058 referente al incremento tributario: 50% para el Estado (18% regalías y 32% IDH) Y 50% para el pago a las petroleras transnacionales por “Costos recuperables” y la distribución de utilidades.
4.- El decreto nacionalizador no afectó a las petroleras transnacionales porque el 80% de la producción de hidrocarburos sigue en sus manos y el 20% en poder del Estado (Chaco, Andina).
5.- Las petroleras transnacionales Repsol, Petrobras y British Gas mantienen su predominio real en la industria petrolera de Bolivia (ED 26-10-2011).
6.- Más del 80% de la producción de gas y petróleo proviene de campos petroleros antiguos (San Alberto, Margarita, Itaú etc.) actualmente en declinación.
7.- No hay certificación oficial anual conforme a la ley de las reservas probadas, probables y posibles, se explota a ciegas.
8.- La sobre explotación de hidrocarburos provoca el vaciamiento de las reservas existentes de los campos petroleros antiguos sin la correspondiente reposición (con futuro incierto).
9.- Las auditorías petroleras practicadas por empresas especializadas establecieron cargos contra las petroleras transnacionales por inflar sus costos de producción, es decir por haber sobrevaluado sus activos. Dichas auditorías pese a la importancia para el Estado se fueron al tacho.
10.- No se descubrió nuevos campos petroleros de la magnitud de los campos petroleros antiguos.
11.- En más de una década el Estado recibió miles de millones de dólares como nunca en la historia del país, sin haberse hecho sustanciales mejoras en salud, educación etc.
12.- Se despilfarró los dineros del empobrecido pueblo boliviano en obras intranscendentes, gastos millonarios en cumbres sociales, obsequios millonarios atrabiliarios.
13.- La bonanza económica del país es resultado del alza de los precios del petróleo, minerales y otros en el mercado internacional, sin embargo el gobierno se vanagloria con la creencia errónea de que es producto de su gestión administrativa, lo que es FALSO.
Al concluir, Dios ilumine al gobierno plurinacional para corregir sus deficiencias y “metidas de pata” provocadas por el entorno palaciego.
El autor es auditor financiero y miembro del Comité de Defensa del Patrimonio Nacional.
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